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Madrid se enfrenta, desde el 21 de enero, a la huelga indefinida de los taxistas. En este caso, el escenario se encuentra en los alrededores de IFEMA, donde tiene lugar actualmente la Feria Internacional de Turismo.
La huelga de taxis, protagonista en FITUR
Nos encontramos ante la segunda huelga indefinida por parte del sector del taxi en menos de un año. En este caso, los factores que han detonado el conflicto han sido: el tiempo de contratación de quince minutos (el cual ven insuficiente), la vuelta a las bases o prohibir la geolocalización de los VTC y, lo que es más importante, la devaluación de las licencias del sector afectado.
La inauguración de FITUR fue el blanco perfecto. El primer día de huelga estuvo marcado por el conflicto. Tras dejar once heridos, un detenido y uno de los taxistas en la UCI después de haber sido atropellado por un conductor de VTC cuando la manifestación cortó la autovía M-40, las fuerzas de seguridad lograron recuperar el control.
El enfado y la crispación se perciben en el aire, y el cansancio se va notando en sus caras. Aunque el colectivo está formado por una gran cantidad de pequeños grupos, se puede observar cómo se ayudan los unos a los otros.
Cansados de la manipulación
En el momento de preguntar a los afectados sobre la situación, la respuesta de los taxistas fue tajante: “Nosotros no hablamos con la prensa”. Esa reticencia por hablar era debido, según nos contaban, a la manipulación y sensacionalismo por parte de los medios de comunicación a la hora de contar lo que estaba sucediendo. Explicándonos, por ejemplo, que grandes medios les acusaron de “quemar IFEMA”, cuando lo único que hicieron fue prenderle fuego a un banco a varios kilómetros del recinto. Además, no dudaron en ningún momento de hacer uso de los representantes del colectivo cuando no querían dar más explicaciones.
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