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Amy Klobuchar, Mark Warner y John McCain, este grupo bipartidista solicita que la publicidad política en Internet se supedite a las mismas normas de transparencia que los anuncios de radio, televisión y prensa.
Quieren que la finalidad sea que las naciones extranjeras como Rusia no puedan emplear plataformas como Google, Twitter o Facebook para intentar influir en las elecciones de EEUU, como ocurrió en 2016.
Por ello la semana pasada fue propuesta la Ley de Publicidad Honesta.
Tres motivos para la aprobación de la Ley de Publicidad Honesta
Es necesaria la legislación por tres motivos. La primera razón sería porque igualaría las condiciones entre las empresas plataforma y el resto del sector de comunicación.
Google y Facebook abarcan más del 80% de los nuevos ingresos por publicidad digital. Han ofrecido excusas ilógicas para justificar por qué no deberían regirse por las mismas normas que el resto. Su razonamiento no es lógico.
Dichas empresas han utilizado para las políticas de privacidad la letra más pequeña, con lo cual no debería importarles hacer lo mismo con la transparencia, y si es demasiado complejo esclarecer qué es político, arriesga a lo seguro, y explícalo todo.
La segunda razón por la que debería aprobarse esta legislación, es porque es evidente que no quieren esclarecer todo y la opacidad es un aspecto importante por la que pagan los operarios políticos. La publicidad online está muy dirigida y manipulada, los anuncios en Internet pueden jugar con los miedos de los individuos, con mensajes que generen división y odio, y que podrían eliminarse si aparecieran también por ejemplo en la televisión nacional.
La publicidad online está dirigida y manipulada
La tercera razón por la que debería aprobarse la Ley de Publicidad Honesta es para que pudieran enfocar el debate regulatorio de las grandes tecnológicas. A menudo a las grandes industrias y compañías, les gusta presentarse como “especiales” o “diferentes” y argumentar así la necesidad de unas normas distintas.
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