Líder sindical de EE.UU. aplaude a Trump: Los aranceles son "un paso positivo"

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06/03/2018 - 19:13
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Washington, 6 mar (EFE).- El anuncio de aranceles al acero y aluminio es un "paso positivo" para proteger empleos en EE.UU., y muestra por primera vez a un presidente que "no sólo habla del tema, también toma medidas", según Richard Trumka, presidente de la AFL-CIO, la principal asociación gremial del país.

"La decisión del presidente Donald Trump supone la primera vez en la que no sólo se habla del problema, también se hace algo para solucionarlo. Este es el primer paso, y creemos que es positivo", afirmó Trumka en una entrevista en exclusiva con Efe en la sede la AFL-CIO en Washington, apenas a una cuadra de la Casa Blanca.

"Todas las Administraciones precedentes hablaron de ello, pero nadie hizo nunca nada (...) Por eso los trabajadores votaron en este país por Donald Trump, pensaron que iban a cambiar las reglas", recalcó el líder sindical nacional, quien trabajó en las minas del oeste de Pensilvania y fue posteriormente representante de los trabajadores mineros.

Trumka aplaudía así el reciente anuncio de Trump de imponer aranceles del 25 % al acero y 10 % al aluminio para proteger la industria doméstica, algo que ha generado un gran revuelo internacional y elevado el riesgo de una guerra comercial.

"Trump y su equipo están más alineados con las demandas de los trabajadores que los presidentes precedentes en comercio, cierto. Creo que el secretario de Comercio, Wilbur Ross, y el representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, están en lo correcto al decir que hay que cumplir las leyes de manera justa y equilibrada", indicó.

Por ello, Trumka, de 68 años, se mostró sorprendido por las alertas de una posible guerra comercial y una posible escalada de réplicas similares que han sido emitidas por economistas, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI), al calificarlas de "absurdas".

"No son represalias. Se trata solo de asegurar el cumplimiento de la ley, están tratando de hacer algo extraordinario con esto. Cuando alguien incumple la ley, tenemos derecho a aplicar aranceles para neutralizar sus acciones (de estos países)", argumentó.

La AFL-CIO agrupa a más de 12 millones de trabajadores del sector público y privado de EE.UU., e incluye a los sindicatos que representan a los empleados siderúrgicos.

Sobre si la imposición de aranceles debe ser genérica, como ha defendido la Casa Blanca, o por países, Trumka defendió esta última opción, al apuntar que el proceso "debe ser refinado".

"Hay algunos países que deben ser exentos, porque no están engañando: Canadá debería estar exento, no estoy tan seguro sobre México", opinó.

Trumka cargó también contra "el mito de la globalización" que, a su juicio, se encuentra detrás de la defensa a ultranza del liberalismo comercial.

"Las leyes de la globalización han sido escritas para que los trabajadores pierdan. Es el mito que han tratado de perpetuar, la excusa es la economía, no se puede hacer nada. Pero la economía no es otra cosa que un conjunto de normas, y esas normas son escritas por los hombres y mujeres que elegimos, y que diseñan quienes son los vencedores y quiénes los perdedores", subrayó.

Puso como ejemplo el caso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994 entre EE.UU., Canadá y México, acuerdo al que la AFL-CIO se ha opuesto desde su inicio.

"Como consecuencia del TLCAN, en ambos lados de la frontera han bajado los salarios. El trabajador mexicano tiene un salario mínimo diario de 8 dólares, su poder adquisitivo ha caído un 80 % en los últimos 30 años, lo mismo ha pasado aquí en EE.UU.", indicó.

Trump ordenó la renegociación del TLCAN poco después de su llegada a la Casa Blanca tras calificarlo de manera reiterada como "un desastre", y este lunes se cerró la séptima ronda de conversaciones al respecto en México sin que se hayan dado avances sustanciales.

Trumka remarcó que quienes están satisfechas con estos acuerdos y han ayudado a diseñarlos son las grandes empresas que cotizan en la bolsa neoyorquina de Wall Street.

"Ahora Wall Street está inquieto porque estaban acostumbrados a salirse con la suya. No les importan los trabajos en México o EE.UU., solo les importan los precios de las acciones, y esto (los aranceles) afecta a sus acciones. Francamente, ya han tenido suficientes beneficios, han roto récords durante tres años", agregó.

Por último, Trumka rechazó las críticas desde los sectores progresistas que acusan a la AFL-CIO, tradicional aliado de los demócratas, de haberse convertido en defensor de los republicanos con su respaldo al proteccionismo comercial de Trump.

"Apoyamos temas, no presidentes, y cuando un presidente apoya nuestras preocupaciones, le apoyamos. No somos rehenes de ningún partido", argumentó.

Aunque reconoció: "Me gustaría ver a más republicanos a favor de los trabajadores, pero no hay muchos; y a menos demócratas impulsados por los intereses de las empresas, claro".

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