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Con cada cambio de temporada, muchos nos vemos en la necesidad de reajustar nuestros armarios, ya sea al verano o al invierno. Como llega el buen tiempo, nos centraremos sobre todo en la forma adecuada de guardar nuestras prendas invernales, aunque estos consejos nos valdrían en ambos casos. Nuestros zapatos suelen ser los que más espacio ocupan y los que más tiempo permanecerán guardados, pudiendo coger mal olor o desgastarse sin uso.
Por este motivo, es importante tomar en cuenta algunas indicaciones para alargar la vida de nuestros zapatos de invierno, sobre todo de esos que tanto nos gustan, o de esas botas que quedan con todo. Para hacerlo, como con casi todo, solo necesitamos cuidar de ellos. ¿Cómo?, con limpieza y almacenándolos adecuadamente para que estén limpios y frescos para la siguiente temporada.
3 sencillos pasos para alargar la vida de tus zapatos de invierno
Es posible que ya conozcas alguno de estos consejos, pero si quieres aprender a cuidar mejor tus zapatos y tener mejor organizado tu armario, quédate para seguir estos sencillos pasos que te recomendamos:
Es momento de saber si toca decir adiós
Sí, desprendernos de una prenda puede ser complicado, sobre todo si nos gusta mucho. Sin embargo, a veces toca renovar y es importante no acumular zapatos u otras prendas que ya no vayamos a usar porque tengan algún desperfecto o estén demasiado desgastados.
Por eso, lo primero que debemos hacer antes de guardar nuestros calzados de invierno, es hacer una revisión general de su estado. Los que no sobrevivan a este examen, habrán cumplido con su función y es momento de reciclarlos.
Eliminar la suciedad y prevenir las bacterias
Los zapatos son prendas que usamos a diario y con las que pasamos mucho tiempo en la calle. Varios estudios señalan que la suela de los mismo puede llegar a acumular una gran cantidad de bacterias y suciedad, y no solo la suela. El interior también puede llegar a plagarse de bacterias debido al uso y constante contacto con nuestros pies, que aunque estén limpios, sudan y generan suciedad. Por lo que es importante limpiar nuestros calzados a consciencia antes de guardarlos.
Para hacerlo debemos tomar en cuenta el tipo de calzado y utilizar los productos adecuados. Por ejemplo, en el caso de las zapatillas de tela o similares, podemos echarlas a la lavadora y problema resuelto. Sin embargo, con aquellos materiales más delicados como el cuero o el ante, es importante utilizar productos que cuiden del material. En las suelas será suficiente con agua y jabón para eliminar cualquier suciedad.
No olvides echarle un chorrito de spray anti bacteria al interior y así mantenerlos frescos para el próximo invierno.
Convertirte en Marie Kondo
El orden puede ser algo tedioso, pero cuando lo consigues experimentas una sensación de satisfacción y cierto placer que merece la pena. Los mejores espacios para almacenar nuestro calzado son los lugares secos, oscuros y limpios. Lo mejor es guardarlos en cajas para tenerlos más ordenados, y mejor si los envolvemos en sus propios papeles originales, aunque nos sirven los de seda o periódico, esto les ayudará a mantenerse secos.
También podemos utilizar bolsas de tela y evitar las de plástico. Una vez limpios, envueltos y en sus respectivas cajas, podemos guardar nuestros zapatos de invierno con la absoluta certeza de que en la temporada siguiente podremos utilizarlos como si estuvieran nuevos.
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