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La sanidad pública en España es uno de los pilares fundamentales del Estado del Bienestar. Sin embargo, uno de los principales problemas que aqueja a este sistema es la existencia de largas listas de espera para acceder a determinadas especialidades médicas o tratamientos.
Esta problemática afecta a millones de pacientes en todo el país y se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la ciudadanía en materia sanitaria.
Según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, un total de 793.521 están pendientes de operarse, 86.781 más que en diciembre de 2021. De ellas, un 22 % espera más de seis meses. El tiempo medio de espera se sitúa en los 122 días, uno menos que en diciembre de 2021 pero más que los 113 días registrados en junio de 2022.
Este informe se actualiza en junio y diciembre de cada año desde el 2006 y refleja el tiempo que se tarda en ser atendido por el médico especialista, que actualmente se sitúa en 95 días de media. Un valor que aumenta según los últimos cuatro valores registrados pero que desciende en comparación con el año 2020 por la pandemia.
El informe detalla las listas de espera y las especialidades más colapsadas
De los 85 pacientes por cada 1.000 habitantes que contabiliza Sanidad en su informe relativo a la segunda mitad del año pasado, el 56 % tuvo que esperar más de 60 días para ver al médico especialista. Estos datos también son peores que los del informe anterior, cuando a junio de 2022 se contabilizaban 79 días de espera y quienes aguantaban más de 60 días eran el 50 %.
La cirugía plástica y la neurocirugía son las especialidades con mayor lista de espera para operarse, y las que tienen a más pacientes a la espera son traumatología y oftalmología, seguidas de cirugía general, digestivo y urología.
En el caso de las listas de espera de cirugías torácicas y cardíacas son las que menos cola presentan, y puede explicarse debido a la urgencia que acompaña a este tipo de patologías.
Las listas de espera son el indicador del estado y problemas de la sanidad pública, y es uno de los aspectos más mencionados, ya que un barómetro sanitario del CIS, registra que las personas encuestadas que visitaron al especialista, tuvieron que esperar entre uno y tres meses y un 39 % más de tres meses.
Los expertos opinan
Luis Ley, presidente de la Sociedad Española de Neurocirugía, señaló a 20minutos que los motivos de las cifras de las listas de esperan se deben a "una conjunción de razones. Una de ellas es el efecto de la pandemia, que paralizó todas las operaciones no urgentes, pero también pospuso muchas pruebas. Al retraso de las intervenciones ya programadas se suma un grupo de pacientes que tenían que haber sido diagnosticados de manera gradual y habrían sido, así, mejor absorbidos por el sistema. Ahora acuden 'de golpe' y aumentan rápidamente la lista de espera".
Y no solo eso, sino la necesidad de repetir pruebas de imagen, unido al retraso de la espera en radiodiagnóstico, la inflexibilidad del sistema sanitario para buscar soluciones.
Por otro lado, el experto coincide con José Polo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que apunta factores como el incremento de la esperanza de vida de la población, lo que aumenta a los pacientes con patologías asociadas a la edad y que necesitan una operación.
Estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de abordar de manera urgente la problemática de las listas de espera en la sanidad pública en España. Y es que, detrás de estas cifras, se encuentran millones de personas que ven limitado su acceso a la atención médica debido a la falta de recursos y a la saturación del sistema.
Las listas de espera en la sanidad pública pueden tener graves consecuencias para la salud de los pacientes, especialmente cuando se trata de patologías que requieren de un tratamiento rápido y eficaz. Por ello, es fundamental que las autoridades sanitarias tomen medidas para reducir los tiempos de espera y mejorar la calidad de la atención médica en el sistema público.
Entre las medidas que podrían implementarse para abordar esta problemática se encuentran la mejora de la gestión de los recursos sanitarios, la potenciación de la Atención Primaria, la reducción del número de consultas innecesarias, la promoción de la telemedicina y el aumento de la inversión en el sistema público de salud.
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