Cómo la reputación, la marca y el propósito impulsan la longevidad empresarial

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18/12/2024 - 18:00
Trabajadora en una empresa

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La longevidad de una empresa no solo depende de adaptarse a los cambios, sino de construir una base sólida que permita trascender generaciones. Esto fue lo que se destacó en la Conferencia Anual 2024 de Corporate Excellence, donde se resaltó el papel fundamental de la reputación, la marca y el propósito corporativo para asegurar el éxito a largo plazo de las compañías. 

Durante este evento, directivos de grandes empresas españolas como BBVA, CaixaBank, Iberdrola y Telefónica, entre otras, compartieron sus experiencias sobre cómo han logrado mantenerse relevantes y seguir creciendo a lo largo de los años.

Los pilares fundamentales de las empresas centenarias

Las organizaciones que han logrado perdurar durante más de un siglo, además de haber evolucionado con los tiempos, comparten varios aspectos en común. Un factor crucial es la gestión de los activos intangibles, tales como la reputación y la cultura corporativa. 

Según María Luisa Martínez Gistau, presidenta de Corporate Excellence, para perdurar, las empresas deben basarse en la confianza y en la creación de valor compartido, lo cual se consigue a través de una marca sólida y una reputación irreprochable. Las decisiones estratégicas deben ser coherentes, responsables y éticas, con la capacidad de anticiparse e innovar para responder a las expectativas de los grupos de interés.

Siete claves para la longevidad empresarial

En la conferencia se identificaron siete claves esenciales para alcanzar la longevidad empresarial, que van más allá de los resultados financieros inmediatos y se enfocan en la creación de valor a largo plazo:

  1. Identidad, cultura y propósito diferenciador: La relevancia de una empresa radica en su capacidad para diferenciarse de la competencia, lo cual se logra mediante una cultura corporativa sólida y un propósito claro que guíe las decisiones estratégicas.

  2. Enfoque multistakeholder y resultados a largo plazo: Es vital atender las necesidades de todos los grupos de interés, no solo de los accionistas, y generar valor sostenible a lo largo del tiempo.

  3. Liderazgo responsable y transformador: El liderazgo debe ser ético, resiliente y capaz de generar un impacto positivo. Un liderazgo transformador es esencial para que la empresa se adapte y prospere en un entorno cambiante.

  4. Marca significativa y auténtica: La marca no solo debe ser funcional, sino también aspiracional, estableciendo una conexión profunda con los grupos de interés y generando relaciones bidireccionales.

  5. Narrativa transparente y confiable: La comunicación abierta y sincera es clave para construir confianza y gestionar la reputación de manera efectiva, especialmente en tiempos de crisis.

  6. Mejora continua e innovación: La innovación es una palanca fundamental para el crecimiento, la competitividad y la relevancia a largo plazo, permitiendo a las empresas adaptarse a los cambios del mercado.

  7. Liderazgo reputacional: Gestionar proactivamente la reputación y mantener un diálogo constante con los grupos de interés permite a las empresas generar confianza y apoyo, lo que se traduce en fidelización, atracción de talento e inversión.

Así las cosas, para las empresas que aspiran a perdurar en el tiempo, la gestión de los activos intangibles como la reputación, la marca y el propósito no solo es una estrategia clave, sino un compromiso con la sostenibilidad y el bienestar de las comunidades en las que operan. A medida que avanzan hacia el futuro, estos elementos les permiten conectar su legado con nuevas generaciones, seguir innovando y dejar una huella duradera.

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