Los ciudadanos ven positivo el libre comercio pero les preocupa la globalización

Bruselas, 19 abr (EFE).- Los ciudadanos de países desarrollados y emergentes valoran positivamente el libre comercio y las actitudes aperturistas por parte de sus Gobiernos, aunque temen que los efectos de la globalización se traduzcan en mayor desigualdad social y empleos menos seguros.

Esta es la conclusión de un informe publicado hoy por el centro de estudios Bertelsmann Stiftung sobre las actitudes de los ciudadanos ante el comercio internacional y su opinión sobre la globalización, coincidiendo con una tendencia proteccionista al alza desde países como Estados Unidos frente a un esfuerzo de regiones como la Unión Europea (UE) para abrir sus mercados.

"El consenso sobre que el comercio es bueno ya no se puede dar por sentado", comienza el estudio, para el que se entrevistó a más de 14.000 personas de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Japón, China, India, Indonesia, México, Rusia y Turquía.

En todos los países en los que se ha realizado el cuestionario es prevalente la idea de que la globalización es una "fuerza para el bien" en el mundo, una creencia mucho más extendida entre las economías emergentes (64 % de los cuestionados) que entre las desarrolladas (44 %).

El 64 % de los ciudadanos consideran la globalización una "oportunidad para el crecimiento" y un 55 % opina que "crea empleo", mientras que un 54 % cree que abarata los productos.

Respecto al comercio, un 67 % lo considera bueno para la economía de su país y un 60 % lo valora positivamente respecto a su influencia en su calidad de vida.

Las actitudes ante los tratados comerciales alcanzados por cada país varían según la nacionalidad de los encuestados, siendo México, inmerso en la modernización de su acuerdo con la UE y en la fase final de otro con Estados Unidos y Canadá, uno de los países más proclives a considerarlos positivos.

Un 74 % de los mexicanos ve favorablemente este tipo de acuerdos, mientras que esta tasa se reduce a tan solo el 33 % en Francia, al 46 % en Alemania y al 48 % en Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, abandera desde su llegada a la Casa Blanca una deriva proteccionista.

Pese a las actitudes positivas ante la globalización y el comercio internacional, el estudio señala también el temor ante los efectos negativos que éstos conllevan y, en particular, la sensación entre los encuestados de que los gobiernos no están actuando para "proteger" a sus ciudadanos.

Un 54 % de los encuestados consideran que la globalización aumenta las desigualdades sociales, una tasa que se eleva hasta el 59 % entre las economías emergentes, y un 45 % rechaza que tenga un efecto positivo en los salarios frente al 36 % que sí percibe ese cambio favorable.

Un 70 % de los encuestados considera, además, que su gobierno debería "proteger más" su economía frente a "competidores extranjeros" y un 58 % no ve "beneficioso" que empresas de otros países adquieran compañías domésticas.

Los investigadores del centro de estudios apuntan a que el descontento "no es con la globalización, sino con los gobiernos", y señalan que una mayoría de los encuestados no considera que su país esté haciendo lo suficiente para proteger a sus ciudadanos de estos efectos dañinos.

Particularmente críticos son los franceses, un 66 % de los cuales considera que sus dirigentes no está haciendo lo suficiente para paliar estos efectos, los turcos (63 %), y los rusos (55 %).

En el extremo opuesto, un 78 % de los mexicanos está satisfecho con la actitud de su Gobierno ante los cambios que provoca la globalización y sus acciones para proteger a los ciudadanos.

El estudio concluye que la mayoría de los encuestados "tienen claro que el comercio y la globalización traen muchas oportunidades para el crecimiento, el empleo y el desarrollo", pero "no son ingenuos sobre sus posibles efectos negativos".

"Lo que piden a los políticos no es proteccionismo como tal, sino mejores salvaguardas de estos efectos negativos", señala el texto, que alerta de que la insatisfacción frente a la actual protección de los gobiernos puede hacer a muchas personas virar a "tendencias proteccionistas.