Cuándo volveremos a la normalidad

Hay que ser lo mayor realistas posibles con la situación a las que nos enfrentamos.

Por un lado, tenemos ahora un confinamiento de 15 días, cuando la semana pasada ya se nos dijo que quedaban entre 3 y 4 semanas para llegar al punto más elevado de contagios.

Esto es, en el mejor de los casos, que para el fin del confinamiento, podríamos llegar a multiplicar por cinco, si no por 10, el número de contagios, de fallecimientos, y de ocupaciones de camas UCIS, a pesar de que cada vez se van a hacer menos pruebas PCR, ya que los leves no se harán, pero los datos serán esos.

Una vez llegado a ese pico, y como hemos visto en las gráficas de China, y no de Italia, aún que nos lleva 2/3 semanas de adelanto, los contagios se estabilizan durante un periodo, y a partir de ahí empiezan a bajar, con la misma velocidad con la que han subido, ya que para que un paciente se de por ata, tienen que pasar mínimo 15 días.

Por tanto, nos quedan mínimo 2 meses para llegar a una situación de relativa normalidad, y ¿qué pasará a partir de ese momento?

El daño económico va a ser demoledor, muchos, pero que muchos empleos perdidos y empresas cerradas, nadie, nadie en España tiene colchón para estar cerrado dos meses, y luego abrir en tiempos de recesión.

En septiembre de 2021 empezarán las clases de septiembre de 2020. El sistema educativo, no puede recuperar las clases en verano, y empezar un nuevo curso seguido, quizá lo más sensato, es hacernos a la idea de que el coronavirus nos ha hecho perder un año, en el que hemos perdido un curso, pero hemos aprendido otras muchas cosas.

En el deporte habrá que empezar las ligas de 2021 como empezaron las de 2020 y hacer un borrón y cuenta nueva con este año. las olimpiadas se tendrán que pasar al 2022, posiblemente.

Y me temo que todos los eventos que se están posponiendo a después de verano, habrá que ver cómo se gestionan los eventos multitudinarios a lo largo de este año, por que el COVID-19 no desaparecerá totalmente, y no sabemos si habrá un repunte antes de que llegue la vacuna, y que vuelva el otoño.

Este panorama, lejos de ser pesimista, lo que pretende es que veamos, que ha llegado el momento, y gracias a esta circunstancia, en la que el ser humano, tiene que replantearse los valores, quizá la forma de vida en general cambie a partir de este momento. Ya estamos viendo gestos de solidaridad por todas partes, estamos pasando tiempo con nuestros hijos, y estamos cuidando a nuestros mayores, sepamos que el trabajo es un medio para vivir, y que la vida no es sólo trabajo, contemos los minutos que quedan para que pase esto, no para volver al trabajo, si no para volver a abrazarnos todos juntos.