Laura, maestra con discapacidad auditiva recupera su puesto tras ser despedida injustamente

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06/02/2025 - 14:30
Laura Cánovas, en el acceso al Centro de Educación Secundaria

Lectura fácil

Laura Cánovas es una maestra con discapacidad auditiva que, durante cinco años, se dedicó a enseñar a niños con necesidades especiales. Sin embargo, ni sus logros como docente ni la satisfacción de sus alumnos fueron suficientes para asegurar su puesto. En 2024, una comisión médica determinó que no era apta para el cargo. Desde ese momento, ha luchado incansablemente y ha logrado regresar a las aulas.

La maestra con discapacidad cesada injustamente regresa a la docencia

Laura expresa su felicidad por regresar a su profesión tras un periodo forzado fuera de ella. “Llevo más de cinco años como interina en diversos centros educativos. Ahora, estoy trabajando como profesora de apoyo a estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) en un instituto de Tenerife, y es una experiencia muy enriquecedora”, comenta Laura Cánovas.

"Mi vuelta ha sido muy emotiva y, a la vez, desafiante. He recibido mucho apoyo de mis compañeros y estoy centrada en seguir adelante", señala. No obstante, este regreso tiene un sabor agridulce, ya que la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ha suspendido de manera cautelar su cese.

“Es alarmante que el informe de la Comisión de Evaluación Médica me considere no apta para mis funciones solo por tener una discapacidad auditiva, sin tener en cuenta los ajustes razonables que podrían implementarse”, añade.

La lucha de Laura frente a la discriminación laboral

Laura padece una hipoacusia profunda en su oído izquierdo y cofosis en el derecho, lo que implica una pérdida total de audición. Siempre ha impartido clases de manera oral, apoyándose en la lectura labial tanto de los estudiantes como de sus compañeros docentes. Durante varios años, solicitó a la Consejería de Educación ajustes en su puesto de trabajo que nunca se implementaron. “Creo que la Inspección Médica carece de conocimientos sobre la discapacidad auditiva y no tiene la sensibilización ni la formación necesarias sobre este tema”, señala.

En noviembre de 2024, Laura Cánovas fue despedida por la Dirección General de Personal y Formación del Profesorado del Gobierno de Canarias, basándose en un informe de la Comisión de Evaluación Médica que consideraba que su discapacidad auditiva le impedía cumplir con sus responsabilidades laborales. Este dictamen tuvo un impacto psicológico negativo en ella. “Mi autoestima estaba por los suelos y fue un retroceso que me hace dudar del verdadero compromiso con la inclusión”, afirma.

Igualdad de oportunidades

Después de presentar un recurso de reposición, Laura ha vuelto a su puesto de trabajo, al igual que su colega Uxía García, una maestra con discapacidad visual que también había sido cesada tras ser declarada no apta. “Es preocupante lo similares que son nuestros casos. La única diferencia es que yo llevo más de cinco años trabajando y ella solo uno, pero eso no debería importar, ya que la discriminación por discapacidad no debería depender de la antigüedad o la experiencia. Es una cuestión de igualdad de oportunidades para todos”, afirma Cánovas.

Ambas han vuelto a enseñar, pero como “funcionarias en prácticas”. Para consolidar su puesto obtenido en la oposición, tendrán que luchar en un tribunal donde, tal vez, también impartan una lección sobre inclusión.

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