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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que en el mundo se utilizan hasta 5.000 billones de bolsas de plástico, y la mayoría terminan en la naturaleza, como en los mares. Por este motivo, un inventor japonés ha decidido seguir los pasos de los barcos que utilizan los residuos como combustible, y llevarlo al uso doméstico para que todos puedan acceder a ella.
Un inventor japonés crea una máquina que puede convertir las bolsas de plástico en combustible
Su inventor es el japonés Akinori Ito, quien se ha fijado en el uso de los residuos para combustible de los barcos, y ha apostado por hacer lo mismo, pero de una manera mucho más accesible para los ciudadanos. En su caso ha creado una máquina que puede convertir las bolsas de plástico en combustible y utilizarlo para varias aplicaciones, como estufas o generadores de calor para el hogar.
Sin duda, una invención que trata de acabar con este residuo tan presente en la naturaleza, y que convierte al ser humano en el principal causante de la contaminación. Las bolsas de plástico se han convertido en un elemento muy contaminante, ya que su fabricación requiere grandes cantidades de energía y que, además, su composición deriva del petróleo por lo que su degradación es mucho más larga en comparación a otros elementos.
Además, las bolsas de plástico se contaminan con la luz solar y terminan convirtiéndose en microplásticos que absorben toxinas perjudiciales para el medioambiente.
Las bolsas de plástico pueden volver a su forma original con un proceso pionero
A pesar de que se están intentando poner medios para frenar la contaminación de los plásticos en el medio, estos aún son insuficientes. Para intentar paliar sus daños el inventor japonés se fijó en que las bolsas de plástico creadas a partir del petróleo pueden volver a su forma original con un proceso pionero.
El funcionamiento de la máquina es un tanto complejo. Para convertir las bolsas de plástico en combustible, se debe abrir la tapa del aparato e introducir los residuos. Estos se calientan y se introducen en un horno presurizado sin oxígeno. Una vez ahí, se calientan de nuevo a 427 grados para convertirlo en plástico líquido. La máquina después lo transforma en estado gaseoso.
El gas producido se almacena para su enfriamiento, el vapor en cambio se condensa cuando está frío y se forma el petróleo. Este petróleo se podría utilizar para calentar estufas y generadores, además de alternativa a la gasolina.
Un aparato que no abulta y que funciona como uso doméstico
Akinori Ito ha diseñado este sistema pensado para que cualquiera pueda utilizarlo en su casa, por lo que se trata de un aparato que no abulta, un poco más grande que cualquier robot de cocina.
Esta máquina podría revolucionar la forma en la que actualmente se tratan y reciclan los residuos plásticos, ya que al convertirlos con la máquina en combustible, ayudan a eliminar la contaminación por CO2.
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