La dramática regresión del Mar Caspio: pierde del 37 % de su superficie para 2100

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27/05/2025 - 08:30
Imagen satelital de NASA Worldview de la región del mar Caspio

Lectura fácil

El Mar Caspio, el mayor cuerpo de agua interior del planeta, está enfrentando una transformación profunda y alarmante. Con una extensión de 387.000 kilómetros cuadrados, ha sido durante milenios un enclave vital para la biodiversidad y las economías de los cinco países que lo rodean.

Sin embargo, el cambio climático lo está empujando hacia un colapso sin precedentes. Investigadores de la Universidad de Leeds, junto a un equipo internacional, revelaron en un reciente estudio que el nivel del agua está disminuyendo de forma acelerada, y podría bajar entre 9 y 21 metros para el año 2100.

Este descenso implicaría la pérdida de hasta el 37 % de la superficie actual del mar, con efectos devastadores en los ecosistemas y en las comunidades humanas de la región.

Imágenes que revelan un desastre en el Mar Caspio

Para comprender la magnitud del problema, los científicos analizaron imágenes satelitales recopiladas entre 2001 y 2024. Utilizaron modelos de simulación que contemplan diferentes escenarios de descenso del nivel del mar, con intervalos de 2,5 metros hasta un máximo de 18 metros.

Con tecnología geoespacial y datos batimétricos de alta resolución, pudieron mapear las zonas más vulnerables. En el noreste del Caspio, la línea costera ya ha retrocedido más de 56 kilómetros, y se ha perdido más del 46 % del área cubierta por agua, lo que ha provocado la desaparición de ecosistemas como la Bahía Komsomol, un lugar clave para la muda de las focas del Caspio.

Un mar sin salida que no puede defenderse

A diferencia de los océanos, el Mar Caspio no tiene conexión directa con el mar abierto. Su única fuente principal es el río Volga, lo que lo hace especialmente sensible a los cambios climáticos.

Las variaciones que se observan hoy en día superan cualquier registro histórico conocido. La temperatura en aumento, la reducción de lluvias y la mayor tasa de evaporación están provocando un descenso anual de más de 6 centímetros del nivel del mar, una velocidad 20 veces mayor que la del aumento del nivel del mar global.

Ecosistemas únicos al borde del colapso

Esta regresión no solo significa menos agua, sino la pérdida acelerada de biodiversidad. Más de 300 especies endémicas habitan en el Mar Caspio, entre ellas el esturión y el sello del Caspio (Pusa caspica), el único mamífero marino residente del lugar. Estos animales dependen de hábitats específicos que están desapareciendo rápidamente.

El hielo flotante del norte, zona de reproducción de las focas, podría reducirse hasta en un 81 %, amenazando su supervivencia. Aunque algunos ejemplares han migrado a islotes recientemente formados, su densidad es baja y no hay pruebas de que puedan adaptarse a criar fuera del hielo.

Además, las zonas costeras bajas, fundamentales para aves migratorias y peces en época de desove, también están desapareciendo. Si el nivel baja apenas 5 metros, más de la mitad de las áreas ecológicas protegidas quedarían secas. A 10 metros de descenso, el panorama es aún más crítico: hasta el 94 % de estas zonas desaparecerían, incluyendo EBSAs y IMMAs, reconocidas por su valor ecológico global.

Impacto humano y económico: comunidades y empresas amenazadas

Los efectos del retroceso del Mar Caspio se extienden también al terreno económico y social. Más de 15 millones de personas dependen directamente del mar para su subsistencia.

Actividades como la pesca, el transporte, el turismo y la industria energética están en peligro. Infraestructuras estratégicas, como puertos y refinerías, podrían quedar desconectadas del agua. Por ejemplo, el puerto de Turkmenbashi podría quedar a 16 kilómetros de la costa, y el planificado puerto ruso de Lagan se encontraría a 126 kilómetros tierra adentro si el mar baja 10 metros.

En Kazajistán, el campo petrolero Kashagan podría quedar aislado, obligando a costosos trabajos de dragado. Además, el transporte de mercancías se vería gravemente afectado si el río Volga se vuelve intransitable, cortando la única vía de comunicación entre el Mar Caspio y el mar abierto.

Riesgos invisibles: polvo tóxico y salud pública

A medida que el fondo marino se expone, otro problema se avecina: la liberación de sedimentos tóxicos. Este fenómeno, ya observado en el Mar de Aral, puede esparcir polvo cargado de metales pesados y residuos industriales acumulados durante décadas.

Las consecuencias para la salud humana, especialmente en niños y personas con afecciones respiratorias, podrían ser devastadoras.

La urgencia de una acción coordinada

Frente a esta crisis ambiental de escala continental, los científicos proponen un replanteamiento profundo de las políticas de conservación.

Las áreas protegidas fijas ya no son suficientes. Se necesita una gestión dinámica que pueda adaptarse al desplazamiento de los ecosistemas. Además, hacen un llamado a la cooperación internacional efectiva. Los países ribereños del Caspio deben priorizar el bienestar ambiental por encima de los intereses individuales.

El estudio recalca la necesidad de fortalecer los marcos legales y comprometerse con acciones concretas antes de que el deterioro del Mar Caspio se vuelva irreversible.

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