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Madrid, 8 jul (EFE).- María Escoté, admiradora de "mademoiselle" Coco Chanel y fan de Las Supernenas, ha fusionado hoy la elegancia y el lujo de la diseñadora francesa con la valentía y la fuerza de las protagonistas de la serie de televisión, creando así una colección dinámica y romántica que defiende el empoderamiento de la mujer.
Nada más aparecer en escena la primera prenda de la nueva colección de María Escoté se siente la fuerza, el poder y la valentía de Las Supernenas, serie de dibujos animados que se ha convertido en hilo conductor de su nuevo trabajo en el que también aparece la estética lujosa y romántica de Coco Chanel.
"Soy fan de Coco Chanel y he querido imitarla con humor, a través de Las Supernenas", ha explicado María Escoté, quien ha versionado y declinado el chándal hasta elevarlo a prenda de lujo cuando lo presenta confeccionado en tweed, cuajado de volantes o como un vestido de novia.
María tiene estilo, tiene poder y lo demuestra confeccionado conjuntos de aire deportivo repletos de lentejuelas, bordados, flores y estampados, prendas que "realzan el espíritu de la igualdad sin perder la femineidad", añade esta diseñadora, que estará en la segunda temporada del programa "Maestros de la Costura" de TVE.
Fiel a su filosofía, estas prendas fáciles de llevar y coloreados en luminosos rojos, verdes, azules, blancos y negros estarán a la venta online en su página web después del desfile.
Tras el éxito de su anterior colección en el Museo del Ferrocarril, Pedro del Hierro, que pertenece al grupo Cortefiel, ha vuelto a la pasarela de Madrid con una propuesta real para el próximo invierno.
"Mi obsesión es no presentar humo, quiero que todas las prendas tengan vida", ha explicado a EFE Nacho Aguayo, director creativo de la línea femenina de la firma.
El objetivo es "crear un nueva ideario de Pedro del Hierro", apunta este diseñador que ha subido a la pasarelas prendas fuertes, consistentes con patrones setenteros y apuntes barrocos.
Para este desfile, Aguayo ha revisado los archivos y las primeras prendas de la firma allá por 1974. "He recuperado el mítico escote cazuela y los colores que tanto gustaban a Pedro como los marrones, burdeos o dorados", cuenta el diseñador que propone prendas de gala y nocturnas, entre ellos muchos pantalones con un punto cañero.
"Sí, he introducido mucho pantalón, me gusta que la mujer no solo tenga que ir a una fiesta con el vestido de princesa", dice Aguayo, que en la parte más 'casual' ha incluido trajes sastre.
A lo largo de la colección se ven pantalones "palazzo", maxivestidos con volantes confeccionados en tafeta, un tejido que también trabaja en la capa española.
Otra sorpresa ha sido la recuperación del único bolso que diseño Pedro del Hierro, una cartera de mano que "hemos reeditado en varias tamaños".
Alex Miralles, al cargo de la parte masculina, propone prendas de punto con aire setentero y trajes de chaqueta.
A primera hora de la tarde, la pasarela viajó hasta África con Miguel Marinero, que subió prendas con "mucho movimiento" confeccionadas con tejidos como el algodón de seda, satén, lino rústico, tweed de algodón y "organzas como tormentas del desierto".
"Las siluetas las hemos marcado a la cintura", cuenta Marinero, con la vista puesta en renovar la firma y dirigir sus diseños hacia una mujer joven y activa.
Estilismos en los que no se pierde la esencia de la firma al abrigarlos con estolas de piel, camisas de ante, para hombre y para mujer, y un abrigo de visón, de factura muy actual, en negro y azul.
Los colores del desierto están muy presentes en prendas donde el pigmento de oro es una constante "de principio a fin". Tonos sacados de la naturaleza donde los crudos, arena, rojos y azul noche son los que definen una paleta de color de la que también forman parte telas pintadas con esponja y pincel, en un alarde para añadir más exclusividad al diseño.
La singular y delicada pasamanería de Marruecos define una colección en la que no faltan caftanes de seda, organza y estampado geométrico para la noche, además de capas con la tradicional capucha.
Por la mañana Teresa Helbig presentó un bellísimo trabajo con tejidos nobles y detalles preciosistas que dibujaban los laberínticos jardines ingleses.
Si Ágatha Ruiz de la Prada prefirió rizar el rizo con una colección de coloristas vestidos confeccionados con telas de cortina, Ulises Mérida subió a la pasarela una serie de prendas estampadas con lunares de gran presencia.
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Carmen Martín/Inmaculada Tapia
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