Rosalía explicó durante la sesión oral del juicio que al llegar a su casa de trabajar, vio a su hijo durmiendo, y que después, al irse a la cama, le dio un beso en la mejilla. Sin embargo, antes del juicio la Policía ya sabía que esa noche Rosalía estuvo hasta las cinco de la madrugada tomando copas con su marido en un local de Sevilla.
La sentencia podría haber sido diferente de haberse sabido que Rosalía García estaba mintiento. Por eso ahora el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla, acaba de procesar a ésta y a su hijo por un delito de falso testimonio durante el juicio.
Todo lo que hemos escuchado hasta ahora han sido mentiras
El infiltrado en la familia acompañó en varias ocasiones a Rosalía García a reuniones con la Policía. En dichos encuentros se da a entender que a ella no se le quiere imputar ningún delito para no generar más polémica en la calle y para tratar de que convenza a su hijo de que ha de señalar a esa persona que le produce miedo.
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