Cuatro de cada diez trabajadores españoles deberán actualizar sus habilidades para tener empleo en 2030

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19/03/2025 - 18:00
Un hombre trabaja en la construcción en Toledo

Por primera vez, el Foro Económico Mundial ha incorporado a España entre los países analizados dentro de su informe anual sobre el futuro del trabajo (Future of Jobs Report 2025), que en su última edición aborda no solo la situación del mercado de trabajo nacional este año, sino también su posible evolución durante el próximo lustro, hasta 2030.

Y la conclusión es clara: el avance de la automatización, que ganará mayor peso y se ocupará de más tareas; y el despliegue de la inteligencia artificial por la mayoría de actividades profesionales obligarán a los trabajadores a actualizar sus habilidades, hasta el punto de que si no lo hacen es muy posible que pierdan su empleo. De hecho, puede que no tengan ni siquiera la oportunidad de negarse, puesto que ocho de cada diez empresas está decidida a formarles en el uso de estas nuevas herramientas.

La rápida evolución del mercado laboral y la transformación digital han hecho evidente la necesidad de que los trabajadores se adapten y actualicen sus habilidades. Según recientes estudios, se estima que cuatro de cada diez trabajadores españoles deberán mejorar sus competencias para garantizar su empleabilidad en el año 2030. Este cambio se debe a la creciente automatización, la digitalización de procesos y la aparición de nuevas tecnologías que exigen perfiles laborales más especializados.

La necesidad de actualizar las habilidades en un mundo cambiante

El mercado laboral se encuentra en constante evolución y la transformación digital ha acelerado la desaparición de ciertos puestos tradicionales, mientras que emergen nuevos roles que requieren conocimientos específicos en áreas como inteligencia artificial, ciberseguridad, análisis de datos y gestión digital. En este contexto, la capacidad de adaptación y la formación continua son fundamentales para no quedarse rezagado. La previsión de que el 40 % de los trabajadores españoles necesitarán mejorar sus habilidades es un llamado a la acción tanto para las empresas como para los propios empleados, que deben invertir en su desarrollo profesional.

Esta situación obliga a repensar los métodos de formación y capacitación. La educación tradicional ya no es suficiente, por lo que se requieren programas de formación continua y reciclaje profesional que respondan a las demandas del mercado. La digitalización no solo afecta a sectores tecnológicos, sino a todos los ámbitos de la economía, haciendo imprescindible el dominio de herramientas digitales y la adquisición de competencias transversales que faciliten la adaptación a los cambios.

Retos y oportunidades en el mercado laboral 2030

Si bien el escenario puede parecer desafiante, también se vislumbran importantes oportunidades para quienes logren actualizar sus habilidades. El futuro laboral estará marcado por la flexibilidad, la capacidad de trabajar en entornos digitales y la adaptabilidad a nuevas tecnologías. Las empresas, por su parte, se verán obligadas a invertir en la formación de sus empleados para mantenerse competitivas, lo que podría traducirse en un mayor apoyo a iniciativas de capacitación y reciclaje profesional.

Uno de los principales retos será la brecha digital, especialmente en aquellos trabajadores que carecen de competencias tecnológicas básicas. Para afrontarla, será fundamental que tanto el sector público como el privado impulsen programas de formación accesibles y de calidad, que permitan a todos los empleados adquirir las habilidades necesarias para enfrentarse a los retos del futuro. Este esfuerzo colaborativo entre gobiernos, empresas y centros educativos es clave para cerrar la brecha y garantizar un futuro laboral inclusivo.

Acciones para mejorar la empleabilidad en el futuro

Ante esta necesidad de actualización, es crucial que se implementen medidas concretas para mejorar la empleabilidad de los trabajadores. En primer lugar, es imprescindible fomentar una cultura de aprendizaje permanente. Las empresas deben incentivar la formación continua a través de programas internos y colaboraciones con instituciones especializadas en educación digital.

Por otro lado, se deben crear iniciativas públicas que apoyen la reconversión laboral y faciliten el acceso a cursos de formación, especialmente para los empleados de sectores en declive. Además, la colaboración entre empresas y centros educativos puede generar programas formativos adaptados a las necesidades reales del mercado, lo que permitirá a los empleados adquirir competencias que incrementen su valor profesional.

Así las cosas, la transformación digital y los cambios en el mercado laboral exigen que cuatro de cada diez trabajadores españoles mejoren sus habilidades para mantenerse competitivos en 2030. Este reto presenta tanto desafíos como oportunidades, y solo a través de una inversión conjunta en formación y capacitación se podrá garantizar un futuro laboral inclusivo y próspero.

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