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A la hora de hacer un regalo en Navidad, conviene siempre recordar que hay muchos mercados navideños que compiten contra las grandes superficies. Es el caso de los mercaderes en estas fechas, que además pasan muchas horas en la calle en temporales de frío. En sus tiendas se pueden encontrar un sinfín de productos, desde ropa y decoración artesana hasta comida típica de cada región. Son característicos de grandes plazas y en Europa hay una buena cantidad de ellos que aportan un valor añadido a todo viaje.
Mercados navideños de Europa
Casi podría decirse que cada ciudad tiene sus mercados navideños, pues además los Ayuntamientos se prestan a ello debido a los impuestos y al atractivo turístico que generan.
Feria de Artesanía (Madrid)
Además del tradicional mercado de la Plaza Mayor, que tiene más de un siglo y medio de historia, hay otros mercados navideños como el que se monta en el Paseo de Recoletos. En este mercado priman los productos artesanos, como joyería, cinturones y figuras en miniatura, pero también guantes, bufandas o gorros. Ya va por su 35ª edición. Los talleres artesanos abonan entre 1700 y 2300 euros para poder montar su stand, en función del tamaño, por lo que en cierto modo se juegan una inversión que esperan al menos recuperar.
Praga (República Checa)
La Plaza de la Ciudad Vieja de República Checa alberga uno de los mercados de Navidad más populares, con la fachada de la catedral iluminada, donde se alza su Ayuntamiento del siglo XIV con su reloj astronómico. Además de los títpicos productos, en Praga sirven grog, una bebida con agua caliente azucarada, mezclada con un licor y un aromatizante como el limón. Del 1 de diciembre al 6 de enero.
Tallin (Estonia)
Al igual que la propia ciudad, el mercado de Tallin es más bien pequeño, pero goza de un gran encanto. En el centro se instala un árbol de Navidad desde 1441. Como en buena parte del Este de Europa, es típico encontrar vino caliente en sus puestos.
Copenhague (Dinamarca)
El Parque Tívoli tiene uno de los mercados navideños más hermosos por situarse a orillas de un lago, que sirve como pista de patinaje cuando queda helado. Tiene también atracciones, lo que añade diversión al mercado. No en vano, para acceder hay que pagar una entrada.
Estrasburgo (Francia)
Este mercado de la capital de Alsacia (este de Francia) data de 1570, lo que lo convierte en el más antiguo de Francia. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. Las fachadas y las tiendas de la Grande Île (Gran Isla), de estilo medieval y rodeada de canales, cuentan con un sinfin de adornos y luces.
Roma (Italia)
La capital italiana dispone su mercado en la plaza Navona. Está dedicado a la Befana, Mercatino della Befana, una bruja buena, que, según los cuentos orales del lugar, regala calzas rellenas de golosinas a los niños el día de Reyes.
Barcelona
El barrio Gótico de Barcelona sirve de recinto para la Fira de Santa Llúcia, que se celebra desde 1786 en este mismo lugar. Es típico el “tió de Nadal”, un tronco con elementos navideños que es apaleado en los hogares catalanes para que ofrezca muchos regalos. También son típicos los "caganer", figuritas de belén que se suelen caracterizar también de personajes famosos.
Viena (Austria)
Viena acoge en la Rathausplatz o plaza del Ayuntamiento el Christkindlmarkt, con cerca de 150 puestos. Juguetes de madera hechos a mano, salchichas ahumadas y villancicos para disfrutar del invierno en la ciudad de Mozart.
Budapest (Hungría)
Los mercados navideños de Budapest se encuentran en la plaza Vörösmarty, donde se alza el mercado más grande de Hungría, y frente a la basílica de San Esteban, donde otro árbol de Navidad, una pista de hielo y varias casetas de madera transforman una de las postales más idílicas de la ciudad.
Zagreb (Croacia)
La inmensa plaza del Rey Tomislav, frente a la estación de trenes, alberga el mercado navideño de Zagreb. También se puede ver un belén viviente cerca de la catedral. Los dulces típicos del país son los licitari, las galletas de miel, los paprenjaci, galletas de pimienta algo picantes o las vanilin Kiflice, parecido a unas rosquillas de vainilla.
Estos mercados navideños son solo unos pocos de los muchos que hay en Europa y el mundo. ¿Conoces alguno más?
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