¿Cómo se puede reducir la intensidad y duración de los episodios de migraña?

La migraña es un tipo recurrente de dolor de cabeza. Causa dolor de moderado a intenso que puede ser pulsante o vibrante. A menudo, el dolor se siente a un lado de su cabeza, pero puede tener otros síntomas, como náuseas y debilidad.

Una migraña es causada por actividad cerebral anormal, lo que se puede desencadenar por muchos factores, aunque la cadena exacta de hechos sigue sin aclararse. La mayoría de los expertos médicos cree que el ataque comienza en el cerebro e involucra vías nerviosas y químicos.

En España, según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la migraña afecta a más de 5 millones de personas, de los que más de un 70 % presenta una discapacidad grave y un 14 % una discapacidad moderada.

Los episodios de migraña, ¿cómo reducir la intensidad y la duración?

Los episodios de migraña, que a menudo van unidos a problemas de fotofobia (molestias ante cualquier luz) y/o fonofobia (molestias por el ruido ambiental), provocan que un 30 % de las personas que la padecen tengan que irse a la cama durante las crisis. Un 19 % declara que se ve obligado a faltar al trabajo, y el 30 % suspende sus actividades sociales y familiares cada vez que vive un episodio.

Estos episodios duran entre 4 y 72 horas, con una cefalea intensa, que afecta habitualmente a un lado de la cabeza. La doctora Marta Torres-Ferrús, neuróloga de la Unidad de Cefalea del Hospital Vall d'Hebrón (Barcelona), dice que el dolor suele presentar una característica pulsátil, que empeora con el movimiento, y que se suele acompañar de otros síntomas como sensibilidad a la luz o el ruido, aparte de que se pueden presentar náuseas y vómitos.

Usar el analgésico adecuado

La migraña se puede tratar con antiinflamatorios no esteroideos, atieméticos, betabloqueantes, antidepresivos o antiepilépticos, entre otros analgésicos. La Agencia Europea del Medicamento ha aprobado también el uso de anticuerpos monoclonales que actúan bloqueando la acción del neuropéptido CGRP, una molécula que está implicada en la percepción del dolor.

Llevar hábitos de vida rutinarios

Los medicamentos no son lo único que ayudan a tratar esta enfermedad. Llevar hábitos de vida nos ayudarán a presentar menos frecuencia de episodios. Estos hábitos deben ser muy rutinarios, donde se mantenga un horario del sueño muy estable, la persona siempre duerma las mismas horas y se duerma y levante siempre a la misma hora.

A esto hay que sumarle que debe comer de 4 a 5 veces al día, evitando los periodos de ayuno prolongado.

Identificar las causas o los avisos

Identificar qué factores desencadenan la migraña para después evitarlos, o al menos detectar “los avisos”, las señales que la preceden, para tratar de frenarla antes de que se desencadene el dolor fuerte, es un tratamiento clave.

Hay factores psicológicos, ambientales, farmacológicos y hormonales que contribuyen a desencadenar los episodios. El estrés, la ansiedad, dormir mucho o poco, saltarse comidas, determinados alimentos, los ruidos fuertes, las luces intensas muy blancas y brillantes, los cambios de presión atmosférica, o incluso los olores fuertes, son algunos de ellos.