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El aumento de las temperaturas debido al cambio climático está detrás de la mortalidad de muchos anfibios en España, según un estudio realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Asociación Herpetológica Española (AHE).
El estudio, publicado en la revista ‘iScience’, analiza las causas de 15 brotes de mortalidad producidos por virus específicos desde 1988 hasta la actualidad.
En la mayoría de los casos analizados, la mortalidad de estas especies se produjo por brotes de un virus endémico, y no introducido recientemente como se pensaba, sino impulsado por la subida de temperaturas.
La mortalidad de los anfibios se da por virus endémicos impulsado por la subida de temperaturas
Ello supone un riesgo para la supervivencia de los anfibios ante el constante aumento de temperaturas. La desaparición de estas especies afectará a los ecosistemas en los que habitan, lo que agravará la actual crisis de la biodiversidad, según los autores.
“Desde el CSIC y la AHE llevamos más de dos décadas estudiando el impacto de las enfermedades emergentes en las poblaciones de anfibios desde que nos topamos con el primer brote de mortalidad en Europa provocado por el hongo asiático que está causando la extinción de centenares de especies en todo el mundo”, explica Jaime Bosch, investigador del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad del CSIC (IMIB-CSIC).
Barbora Thumsová, investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), señala que el estudio analiza la mortalidad producida por los virus del género ‘Ranavirus’, también letales para los anfibios. “Pensábamos que, al igual que el hongo, habían sido introducidos”, indica.
Para ello, los investigadores realizaron análisis genéticos de los virus encontrados en ejemplares de distintas especies que murieron por esas infecciones y los compararon con otros virus de todo el planeta. “Además, introdujimos otra variable, la de la evolución de las temperaturas durante los últimos 40 años en los lugares donde se produjeron dichos episodios de mortalidad, y estudiamos cuál había sido su influencia”, añade Thumsová.
Esta investigadora apunta al respecto: “Como todos sabemos tras la epidemia del coronavirus, muchas veces las enfermedades se producen por patógenos externos al área local debido a la incapacidad del sistema inmune de responder a un patógeno desconocido hasta ese momento”.
“Sin embargo, nuestros resultados muestran que, en la mayoría de los casos estudiados, la mortandad de anfibios por ‘Ranavirus’ se produjo por un virus endémico, y no introducido recientemente”, revela.
Se siguen analizando las causas para conocer con mayor profundidad el exceso de mortalidad
Thumsová indica que el estudio demuestra que “sería el aumento de las temperaturas asociadas al cambio climático el último responsable de los brotes de enfermedad que acabaron con centenares, o quizás miles, de esta especie en lugares tan emblemáticos como los parques nacionales de Ordesa y Monte Perdido o de la Sierra de Guadarrama”.
Aún es pronto para determinar exactamente cómo la subida de las temperaturas ha desencadenado las mortalidades, ya que podría deberse tanto a un aumento de la virulencia de los virus, como a una respuesta deficiente del sistema inmune de esta especie.
“Lo que parece claro es que muchas poblaciones de anfibios se encuentran ya al límite de su capacidad para soportar el aumento de las temperaturas de los últimos años. Por lo que, de seguir al ritmo actual, es previsible que las extinciones de poblaciones y especies por enfermedades emergentes se incrementen aún más, provocando una crisis sin precedentes en la biodiversidad del planeta”, concluye Bosch.
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