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Muere pacíficamente en su casa, Jonas Mekas (96 años), el padre del cine experimental estadounidense. Nacido en Lituania en 1922, emigró a Estados Unidos en 1949 huyendo del nazismo.
Entre sus muchas hazañas en el medio, se le recordará especialmente por la creación de la revista Film Culture en 1955, las críticas cinematográficas que hizo para Village Voice y por el impacto que tuvieron sus poemas para la literatura lituana. Pero sobre todo, por fundar la cooperativa The Film Makers y los archivos Anthology Film.
Además, nos deja una larga lista de obras maestras, entre las que destacan “As I was Moving Ahead, Occasionally I saw Brief Glimpses of Beauty”, por ser una de sus películas más personales: una autobiografía de cinco horas en la que Mekas nos muestra imágenes de archivo de su propia vida grabadas a lo largo de los años, con su voz en el fondo, tratando de explicar su visión del mundo y la conclusión a la que llegó después de reflexionar sobre sus experiencias.
También le recordaremos por “Reminiscences of a Journey to Lithuania”, obra que se divide en tres partes: la primera parte muestra a Mekas en sus días de inmigrante en los 50, cuando llegó a Nueva York. En la segunda vemos su primer viaje de regreso al pueblo en el que nació, y la tercera parte fue grabada en Viena un poco después de su viaje.
Desde muy joven, Mekas sintió la necesidad de coger una cámara y grabar todo lo que acontecía a su alrededor, como contó en su última visita a España (a los 94 años fue invitado por el festival Filmadrid): “Yo era un niño, y con toda mi inocencia salí a la carretera a fotografiar los tanques. Era mi primera cámara. El principio de todo. Y ahí sigue, destrozada en el suelo”.
El cine no solo pierde a uno de sus realizadores más queridos, pierde a un pionero que hizo del cine experimental un género que inspiró y seguirá inspirando a generaciones y generaciones de jóvenes cineastas a lo largo de los años.
“Las personas son malas, el cine es inocente”.
Jonas Mekas
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