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El Sindicato Unificado de Policía (SUP) pide a la Dirección General de la Policía la opción de que las mujeres policías puedan elegir parte del vestuario masculino debido a la multitud de trabas que tienen estas a la hora de vestirse.
Mayores oportunidades para el vestuario de las mujeres policías
No es la primera vez que el Sindicato Unificado de Policía (SUP) pide a la Dirección General de la Policía nuevas medidas y opciones para las mujeres policías, quienes cuentan con una calidad de vestimenta pésima.
Esta vez, el SUP ha pedido a la Dirección General de la Policía que permita a las mujeres policías elegir parte del vestuario masculino debido a la falta de funcionalidad del vestuario femenino en comparación a otros.
Desde el sindicato insiste en que “primero fue la falta de uniformes disponibles, un problema que ha sido denunciado por el SUP desde el año 2000. A continuación, el defectuoso funcionamiento de la aplicación informática AVPOL, que desde el inicio de la pandemia no permite a los policías pedir las prendas necesarias a pesar del coste de la puesta en marcha de dicha aplicación que supera el millón de euros”.
Ya han pasado dos años desde que el SUP denunció al equipo directivo, un equipo que debe encargarse de solucionar el problema de las mujeres policías y ofrecer una mayor facilidad a la hora de acceder a su vestuario.
¿Cuál es la causa del problema?
El origen de este problema, como hemos mencionado anteriormente, se centra en la ineficiencia de la aplicación informática AVPOL, a través de la cual los policías están obligados a solicitar prendas que sustituyan el desgaste de otras.
Sin embargo, desde inicios de la pandemia, los trabajadores no han tenido la opción de pedir las prendas. En este caso, la aplicación solo se limita a informar acerca de la carencia del uniforme, pero no llega a tramitar el cargo, lo que hace que no existan uniformes ni tallas.
Problemas en las tallas y en las hechuras de los cuerpos femeninos
Actualmente, la Administración está incumpliendo con la normativa vigente al no facilitar a los policías un atuendo correcto e imprescindible para su trabajo, tanto de puertas para adentro como de cara al público.
Asimismo, más de 10.000 mujeres policías se enfrentan a problemas en relación a las tallas y hechuras de los uniformes, ya que no están diseñados al 100 % respecto a la morfología de las mujeres.
Estos problemas de tallas se ven reflejados, por ejemplo, en el tallaje de los pantalones, por lo que piden recurrir al uniforme masculino, algo que la Administración continúa sin aceptar.
Alrededor del 30 % de los policías, sobre todo las mujeres policías, no disponen de esta protección tan relevante, por lo que exigen una solución inmediata a través del lema ”Un policía, un chaleco”, y así poder acceder a un uniforme en condiciones.
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