La última protesta feminista vivida estos días en Reino Unido pide algo muy simple: que las mujeres podamos caminar por la calle con seguridad sin necesidad de estar siempre alerta ante un peligro que nos acecha solo a nosotras.
Una empresa que tiene su sede en Barcelona y se dedica a la gestión del servicio de comedor en diversas escuelas de la provincia pagaba sueldos inferiores a las mujeres por el mismo trabajo desempeñado.
La “realidad alarmante” que, a juicio de la tecnológica, vive la mujer en todo el mundo tras la pandemia requiere una acción “rápida y contundente” que venga a completar el trabajo de Google.org.
"Se han disparado las dificultades de las mujeres acompañadas para acceder a una vida digna y merman aún más las oportunidades de elegir su propio proyecto de vida...", defiende Cáritas.