Poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas no es solo un derecho humano básico, sino que además es crucial para el desarrollo sostenible.
La mutilación genital femenina no está obsoleta. Hay que seguir luchando para que otros países africanos, de Asia y de Medio orienten terminen con esta salvajada.
El peligro no solo se encuentra en la calle durante esta cuarentena, para muchas mujeres y sus hijos también está dentro sus hogares durante el confinamiento.