Médicos españoles tratan la discapacidad infantil en Chad para evitar la proliferación de 'niños serpiente'

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26/04/2023 - 08:17
Doctora Paula Peña con Blanchie y sus hijos

Lectura fácil

Especialistas españoles del Hospital Universitario de Fuenlabrada apoyan al Hospital de Saint Joseph de Bébédjia y al Centre de Handicapés de Doba en Chad, gracias al proyecto ‘EnganCHADos’ enfocado en la cura y mejora de calidad de vida de los 'niños serpiente'.

Esta colaboración ha logrado que muchos bebés puedan gatear, y que otros puedan volver a mover brazos o piernas agarrotadas, para dejar de ser ‘niños serpiente’ como dolorosamente se les conoce, ya que se van arrastrando. En estos centros se atiende a más de 6.000 de niños al año y a unos mil pequeños con discapacidad.

Con esta expresión se conoce precisamente a los menores con discapacidad que no pueden andar en el Chad. En la mayoría de los casos se produce por la malaria y meningoencefalitis infecciosa o tuberculosa, que pueden causar discapacidades severas. Entre ellas, las que afectan a la movilidad de las extremidades. Además, siguen existiendo casos de polio, enfermedad que se creía erradicada hace unos años del continente africano.

Las afecciones cerebrales son la causa de la existencia de 'niños serpiente'

Según los médicos españoles inmersos en este gran proyecto, cuando un niño pasa una malaria cerebral, la forma más grave de la enfermedad, y destacando que estos niños contraen malaria unas tres o cuatro veces al año, pueden tener una afectación cerebral.

Despiertan tras haber estado convulsionando durante semanas, medio comatosos y con una afección normalmente de las cuatro extremidades, muchos hasta ciegos y sordos.

Entonces se convierten en un niño que es una carga para la familia, y si además son 'niños serpiente' ya no sólo son una carga, "sino que también son vistos como un tipo de maldición”, exponen los médicos.

Precisamente la doctora Paula Peña fue al Chad a instancias de las misioneras combonianas de Saint Joseph que se ocupaban de estos niños afectados por malaria cerebral y quedaban convertidos en ‘niños serpiente’, es decir con afectaciones motoras muy graves.

La doctora revela que hay niños muy enfermos a los que “la familia les proporciona productos de medicina tradicional y se mueren en el mismo ingreso, o bien les dejan morir”, al convertirse en los últimos en comer en su casa o aumentar el número de días en que se acuestan sin tener nada en el estómago.

Es por estas razones más que suficientes a la par que desoladoras, que médicos españoles decidieron emprender rumbo al Chad, para poder llevar técnicas de rehabilitación neurológica, para ayudar a 'niños serpiente' a caminar y poder comer y tener una oportunidad de vida.

Así, se comparten conocimientos y se enseña a tratar a pacientes con discapacidades hasta severas. Los médicos y los sanitarios locales ya han logrado salvar la vida de cientos de pequeños de desnutrición y del VIH.

En esas sociedades hace falta mucha concienciación al respecto de dejar de ver la discapacidad como 'una maldición', y hacerles ver que las personas con discapacidad son igual que el resto, pueden hacer su vida y trabajar, pero para ello necesitan las ayudas que se dan en occidente.

Cooperaciones pioneras y proyectos esperanzadores

Desde EnganCHADos trabajan recaudando fondos todo el año y gracias al convenio de cooperación entre el Hospital Universitario de Fuenlabrada y Saint Joseph, los profesionales no deben consumir sus vacaciones, ya que el hospital madrileño les paga como si estuvieran trabajando cuando parten a misiones asistenciales a Chad.

Esto es pionero en la sanidad, pues se busca formar al personal local y mejorar las infraestructuras, para que médicos y enfermeros de Chad puedan trabajar solos si faltan los profesionales españoles.

Gracias a este tipo de proyectos, tanto los 'niños serpiente' como otros pacientes del país que necesitan de la atención médica pertinente, encuentran una oportunidad para vivir, aunque aún queda mucho por hacer en el aspecto sanitario de África, pero estos pasos suman, y mucho.

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