¿Por qué te quemas cuando está nublado?

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19/08/2024 - 17:00
Día nublado

Lectura fácil

La luz solar está compuesta por diferentes tipos de radiación electromagnética, incluyendo la luz visible y los rayos UV. Los rayos UV se dividen en UVA, UVB y UVC.

Los rayos UVA penetran profundamente en la piel y son responsables del bronceado inmediato, mientras que los rayos UVB son la principal causa de quemaduras solares y daños en el ADN de la piel. Los rayos UVC, aunque son los más peligrosos, son absorbidos casi en su totalidad por la atmósfera y no llegan a la superficie terrestre.

Cuando la luz solar llega a la atmósfera, puede experimentar refracción y dispersión. La refracción ocurre cuando la luz cambia de dirección al pasar de un medio a otro con diferente densidad, como de vacío a atmósfera. Esto permite que la luz solar se curve alrededor de obstáculos, como las nubes. La dispersión, por otro lado, es el proceso mediante el cual la luz se desvía en múltiples direcciones al chocar con partículas en la atmósfera. Este fenómeno, que también es responsable del color azul del cielo, permite que los rayos UV lleguen a la superficie de la Tierra incluso en un día nublado.

 Protección solar en un día nublado

Aunque las nubes pueden bloquear parte de la radiación UV en un día nublado, no detienen toda la exposición.

Se estima que entre el 30 % y el 80 % de los rayos UV pueden penetrar a través de las nubes.

La cantidad de radiación UV que llega a la superficie en un día nublado depende del tipo y grosor de las nubes, la altitud, la latitud y la hora del día. Las nubes delgadas permiten que pase más radiación UV que las nubes densas. Además, en latitudes altas y cercanas al ecuador, donde la atmósfera es más delgada, la radiación UV es más intensa. La radiación también es más fuerte alrededor del mediodía, cuando el Sol está en su punto más alto.

Además de atravesar las nubes, los rayos UV pueden reflejarse en superficies como agua y arena, aumentando la exposición a la radiación. Las superficies claras y brillantes reflejan más rayos UV, por lo que estar cerca de ellas puede incrementar el riesgo de quemaduras solares. Por ejemplo, la nieve puede reflejar hasta el 80 % de los rayos UV, mientras que el agua y la arena también contribuyen a la reflexión de los rayos UV.

Para proteger tu piel en un día nublado, es fundamental tomar medidas preventivas como usar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, vestirse con ropa de manga larga, usar sombreros de ala ancha y gafas de sol que bloqueen la radiación UV, y buscar sombra cuando sea posible. Estas precauciones no solo previenen quemaduras solares, sino que también ayudan a reducir el riesgo de envejecimiento prematuro de la piel y enfermedades graves relacionadas con la exposición a los rayos UV.

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