Frente a la falta de investigación y la tradicional atribución de las desigualdades a la genética, un nuevo estudio de ‘The Lancet’ asegura que la discriminación y el racismo perjudican la salud de las personas desfavorecidas.
Cuando hablamos de pobreza, muchas personas muestran sentimientos de rechazo o asco hacia las personas más vulnerables. Es lo que se conoce como aporofobia.
Según la Fundación ANAR, los intentos de suicidio de los menores que atienden se han multiplicado por 26 en la última década. Las expertas recomiendan hablar sobre el sufrimiento emocional de los más jóvenes para prevenirlo.