Aparte de hornear un sinfín de recetas, una de las modas que se convirtió en actividad diaria fue el bordado, una que de forma sorprendente no ha desaparecido.
Las salas de espera son esos lugares que no gustan a nadie, pero que son tan necesarias en la vida cotidiana que no se puede dejar de tomar en cuenta diversos aspectos a la hora de decorarlas.