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El sexto informe internacional que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) ha presentado este lunes se muestra alarmante y severo ante las consecuencias que el calentamiento global está teniendo sobre el planeta, a las que ya califica de "irreversibles".
El aumento de temperaturas y del nivel del mar, o los desastres naturales como incendios o inundaciones que aumentan en frecuencia, son solo la punta del iceberg de una ristra de problemas que el IPCC -cuyo anterior estudio publicado en 2013 ya alarmaba sobre estos desastres- responsabiliza de forma directa a la humanidad.
El Acuerdo de París, firmado en 2015, establecía que los gobiernos debían poner en marcha medidas para limitar el aumento de temperaturas a entre 1,5 y 2 grados, principalmente reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero la atmósfera de forma drástica para 2050. De no cumplirse, según el informe y como recoge El País, el planeta podría calentarse hasta 4,4 grados más, lo que provocaría aún un mayor aumento de estos fenómenos extremos que asolan regiones, muchas de ellas ya vulnerables por su pobreza y problemas estructurales.
Oxfam Intermon ha definido a este informe como una "llamada de atención" para gobiernos y ciudadanos. “Ante un mundo que en parte se quema, en parte se ahoga y en parte se muere de hambre, el IPCC presenta hoy una imperiosa llamada de atención para que la industria mundial cambie del petróleo, gas y carbón a las energías renovables", declara la líder de política climática de Oxfam, Nafkote Dabi.
"Los gobiernos deben usar la ley para imponer este cambio con urgencia. La ciudadanía debe utilizar su propio poder político y sus comportamientos para impulsar a las grandes corporaciones y gobiernos contaminantes en la dirección correcta", explica Dabi. "No existe un Plan B.", sentencia.
Empeoramiento del hambre
Para Oxfam, que apoya proyectos climáticos por todo el mundo, el calentamiento global es ya uno de los motores "más dañinos" del empeoramiento del hambre, la migración, la pobreza y la desigualdad en todo el planeta. Entre los desastres naturales que han agravado estos problemas en muchos países, hacen mención a los ciclones mortales en Asia y América Central, las inundaciones en Europa y el Reino unido, los "enormes" enjambres de langostas en África y olas de calor e incendios inusuales en Estados Unidos y Australia. A principios del pasado julio, por ejemplo, Canadá batió su temperatura récord al registrar 49,6 grados en Lytton, lo que provocó decenas de fallecidos.
Estos desastres, causantes de, según la ONU, 1,23 millones de fallecidos y de 4.200 millones de afectados desde el año 2000, han provocado que, durante los últimos diez años, más personas se hayan visto forzadas a abandonar sus hogares, población que cifra en 20 millones al año, lo que equivale a una persona cada dos segundos. "El número de desastres relacionados con el clima se ha triplicado en 30 años. En datos recogidos por Oxfam, la ONU estima que 1,23 millones de personas han muerto y 4,2 mil millones se han visto afectados por sequías, inundaciones e incendios forestales.
Recuerdan además que el número de personas en condiciones similares a la hambruna se ha multipicado por seis desde el principio de la pandemia". Según un informe publicado a principios del pasado julio por Oxfam, hasta once personas estarían muriendo de hambre y malnutrición cada minuto en el mundo".
155 millones de personas en crisis alimentaria
Oxfam cifra en 155 millones las personas que viven en una situación de crisis alimentaria, es decir, 20 millones más que en 2020. Dos de cada tres sufran hambre por culpa de la guerra o los conflictos en sus países. La crisis económica acentuada por la pandemia han agravado su situación, a la que se suma desempleo y alteraciones graves en la producción de alimentos. Todo esto ha provocado que el precio de los alimentos se dispare un 40 %, "el mayor aumento en más de una década", informaba la ONG.
El informe también describe cómo la inestabilidad económica, acentuada por la pandemia, y el agravamiento de la crisis climática han llevado a decenas de millones de personas a pasar hambre. El desempleo masivo y las grandes alteraciones en la producción de alimentos han provocado que el precio de los alimentos se dispare un 40 %, el mayor aumento en más de una década.
Lamentan que, a pesar de la pandemia y sus consecuencias, el gasto militar mundial haya aumentado en 51,000 millones de dólares, "cantidad suficiente para cubrir seis veces y media la financiación requerida por las Naciones Unidas para acabar con el hambre en el mundo", explican.
Las regiones más afectadas
Solo en Tigray (Etiopía), según la ONG en base a un análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), viven en la actualidad 350.000 personas en condiciones cercanas a la hambruna. Es, asegura, la cifra más elevada desde la registrada en Somalia en 2011, cuando 250.000 personas fallecieron de hambre.
Esta inseguridad alimentaria también está empeorando en países de renta media como India, Sudáfrica y Brasil, que se han convertido en zonas emergentes del hambre. Estos son algunos ejemplos de zonas críticas del hambre reflejados por el informe:
- Brasil: más de la mitad de los trabajadores perdió su empleo. La pobreza extrema se ha "triplicado", del 4,5 % al 12,8 %, lo que ha empujado al hambre a cerca de 20 millones de personas. Según el informe, el Gobierno Federal solo ha garantizado ayudas para 38 millones de familias vulnerables, lo que deja a millones de familias sin ingresos mínimos.
- India: más del 70 % de las personas encuestadas en 12 estados del país afirmó haber reducido los alimentos que comen por no poder comprar comida. Asimismo, 120 millones de niñas y niños se privaron de su principal comida del día debido al cierre de las escuelas.
- Yemen: el precio de los alimentos básicos ha subido a más del doble desde 2016 debido a los bloqueos, el conflicto del país y la crisis de carburante. El informe asevera que la ayuda humanitaria ha caído a la mitad, lo que ha dejado a 5 millones de personas sin acceso a ayuda alimentaria. El número de personas en condiciones cercanas a la hambruna se ha casi triplicado, llegando a 47,000 en julio de 2021.
- Región del Sahel: los países más afectados por conflictos, como Burkina Faso, sufrieron un aumento del hambre del 200 % entre 2019 y 2020. Cerca de 5,3 millones de personas tuvieron que huir de sus hogares debido al empeoramiento de la violencia en la zona centrl del Sahel y en la Cuenca del Lago Chad, lo que provocó a su vez la mayor inflación del precio de los alimentos de los últimos cinco años. Además, las inundaciones han aumentado un 180 % desde 2015, lo que solo el año pasado supuso una merma de ingresos para 1,7 millones de personas.
- Sudán del Sur: más de 100.000 personas están en una situación cercana a la hambruna diez años después de la declaración de independencia del país. Además, la violencia y las inundaciones afectaron a la actividad agrícola y forzaron a 4,2 millones de personas a huir de ssus casas. Hasta ahora, según recoge Oxfam, no se ha movilizado "siquiera el 20 %" de los 1,680 millones de dólares del llamamiento humanitario de las Naciones Unidas para Sudán del Sur.
63 millones de personas contaminan el doble que 3.100 millones
Tal y como asegura Oxfam Intermon, el 1 % de la población más rica del planeta, unas 63 millones de personas, es responsable de más del doble de contaminación de carbono que los 3.100 millones del lado más pobre de la humanidad. Ante esta desigualdad, la ONG alarma de que "nadie está a salvo" de los efectos del calentamiento global, y que la autoconservación ha de ser un producto colectivo, "o será un fracaso".
"Los gobiernos de los países ricos deben cumplir su promesa de financiar con 100.000 millones de dólares al año a los países más pobres para lidiar con la crisis climática", aseveran. "Desde Oxfam recordamos que no solo no han cumplido su promesa, sino que han inflado los informes de sus contribuciones hasta en tres veces", indica la ONG.
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