Lectura fácil
La sexta edición del ‘Informe sobre la brecha de adaptación’, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) ha dado a conocer que los costes de adaptación climática en los países pobres son entre 5 y 10 veces mayores que los actuales flujos de financiación pública que aportan las naciones más desarrolladas, con lo que éstas deben intensificar sus esfuerzos de adaptación al cambio climático.
Se necesitan esfuerzos urgentes para incrementar la financiación y la puesta en marcha de acciones que ayuden a los países pobres a adaptarse a los crecientes impactos del cambio climático. No en vano, las políticas y la planificación crecen en adaptación climática, pero no tanto la financiación y la implementación.
Los países más desarrollados solo aportaron unos 80.000 millones de dólares para financiación climática en 2019
El informe indica que los costes de adaptación climática en países pobres oscilarán entre 140.000 y 300.000 millones de dólares en 2030 y entre 280.000 y 500.000 millones de dólares en 2050.
Sin embargo, la financiación climática de los países desarrollados a los más pobres y vulnerables alcanzó 79.600 millones de dólares en 2019. “En general, los costes de adaptación en los países pobres son entre 5 y 10 veces mayores que los actuales flujos de financiación pública para adaptación y la brecha se está ensanchando”, según el Pnuma.
“En gran medida” se está pasando por alto la oportunidad de que la recuperación fiscal de la pandemia de Covid-19 priorice el crecimiento económico verde para ayudar a las naciones a adaptarse a impactos climáticos como sequías, tormentas e incendios forestales.
La directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen, apuntó que hay que mejorar “drásticamente” la adaptación al cambio climático mientras el mundo debe redoblar sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
"Incluso si cerramos el grifo de las emisiones de gases de efecto invernadero hoy, los impactos del cambio climático estarían con nosotros para muchos las próximas décadas. Necesitamos un cambio radical en la ambición de adaptación para la financiación y implementación para reducir significativamente los daños y pérdidas del cambio climático. Y necesitamos eso ahora", sentenció.
El mundo ha desplegado 16.700 millones de dólares en estímulo fiscal por la pandemia de la Covid-19, pero una pequeña parte está dirigida a la adaptación climática. Menos de un tercio de los 66 países estudiados habían financiado explícitamente desde el pasado mes de junio medidas de recuperación por la pandemia para abordar los riesgos climáticos.
Las temperaturas cálidas y frías matan a cinco millones de personas cada año
Esto supone más del 9 % de las muertes humanas en todo el mundo, y se espera que esta cifra aumente a medida que las muertes relacionadas con el calor aumenten debido al cambio climático.
El cambio climático podría desencadenar pérdidas económicas que duplican las de la pandemia, pero no se está abordando con la misma urgencia.
Para los países pobres, la transición a la energía limpia y la adaptación a los efectos del cambio climático (algunos de los cuales ya son irreversibles) no pueden producirse sin este apoyo. Muchos ya se ven obligados a dedicar grandes cantidades de sus fondos públicos en la lucha contra el cambio climático.
Esta financiación climática es uno de los tres pilares fundamentales del Acuerdo de París y es vital en las iniciativas mundiales para hacer frente a la crisis climática y sus efectos. A escala mundial, 2020 fue el año más caluroso desde que existen registros, con 98,4 millones de personas afectadas por inundaciones, huracanes y otras catástrofes relacionadas con el clima, y se produjeron pérdidas económicas de al menos 171.000 millones de dólares.
Mientras tanto, el desarrollo de acciones de adaptación continúa creciendo lentamente
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los 10 primeros donantes financiaron más de 2.600 proyectos con un enfoque principal en la adaptación entre 2010 y 2019. Los proyectos también son cada vez más grandes, con más iniciativas que atraen fondos superiores a 10 millones de dólares.
A pesar de este progreso, el informe concluye que se necesita más ambición en la financiación y implementación de la adaptación al cambio climático. Además, los gobiernos deberían emplear los planes de estímulo por la pandemia para priorizar intervenciones que logren tanto el crecimiento económico como la resiliencia al cambio climático.
Añadir nuevo comentario