Otro año que se repite la desoladora estampa de los peces muertos por el calentamiento de los océanos en el Mar Menor de Murcia, sin que nadie haga nada.
La cuenca del río Ebro es la única del mundo, junto con otras cuatro en Francia, que alberga ejemplares de la especie. España trabaja desde 2007 en la protección de la náyade auriculada a través de la Estrategia para su conservación.