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El día después, que es hoy, toca hablar ya de los posibles pactos de Gobierno que mantendrían esta legislatura a Pedro Sánchez en la Moncloa.
Juego de escaños
Hay una realidad evidente, y es que el bloque de la derecha no suma (PP, 66; Ciudadanos, 57; Vox, 24). Pero tampoco lo hace el de la izquierda (Unidas Podemos se queda en los 42 escaños) sin el apoyo de los independentistas (ERC-Sobiranistes, 15; Junts per Catalunya, 7). En cambio, sí lo hace una unión entre PSOE y Ciudadanos (ambos suman 179 escaños).
Una posibilidad, la de un pacto entre Albert Rivera y Pedro Sánchez, que podríamos dar por enterrada si tenemos en cuenta la firme posición del candidato de la formación naranja. Y es que durante la campaña electoral, Rivera ha mantenido las distancias con el PSOE. Hasta en los debates electorales a cuatro de la semana pasado, el líder de Ciudadanos volvía a despejar cualquier tipo de duda: no pactaría con Pedro Sánchez en ningún caso.
Por su parte, Sánchez le hacía guiños a Rivera, dejando en sus manos un posible pacto. Esto quiere decir, que por preferencia Sánchez optaría por tener de socio a Rivera, algo que no ocurrirá si el de Ciudadanos mantiene su palabra de no pactar con el PSOE.
La solución más posible
Descartada ya la posibilidad de PSOE (123)+Ciudadanos (57), que sí que darían la suma perfecta de Gobierno queda la alternativa. La otra opción sería la misma que invistió a Sánchez como Presidente el pasado mes de junio.
En este sentido, la suma de PSOE (123)+Unidas Podemos (42)+PNV (1)+Compromis (1)+EH Bildu (4) darían también una fórmula posible de Gobierno. Sería entonces sin el apoyo de los independentistas de Cataluña, aunque sí con el voto a favor de los de Bildu. La otra opción sería la de PSOE (123)+Unidas Podemos (42)+ERC (15).
A día de hoy no sabemos cuáles serán los planes de Pedro Sánchez para conseguir un Gobierno estable que permita agotar la legislatura de cuatro años y aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Todo puede pasar, ya que las líneas rojas del PSOE no están demasiado definidas. De este modo, no sorprendería un gobierno de coalición con Unidas Podemos y la abstención de los grupos independentistas y nacionalistas vascos. Un acuerdo que no saldría gratis, ya que estos grupos pedirán a cambio una serie de políticas que tendrán que costear el resto de españoles.
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