‘Las letras de Jordi’: Más allá de la discapacidad

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22/07/2020 - 19:28

Lectura fácil

Una película que realiza un paseo honesto entre el paso de la vida, la edad, la dependencia de Jordi y su modo de comunicarse.

Más allá de la comunicación

Jordi nació hace 51 años con parálisis cerebral. A pesar de no poder hablar, intenta expresarse a través de una tabla de cartón con letras. Así es como le cuenta a Maider, la directora de esta película, que a los 21 años Dios le habló, pero que ya no lo hace. En uno de sus encuentros él le pide que lo acompañe al Santuario de Lourdes, donde espera volver a encontrarse con su Dios.

Sin duda, ‘Las letras de Jordi’ es una oportunidad para Maider que quiere saber qué es vivir creyendo en lo intangible. Oportunidad también para Jordi, que quiere tener la oportunidad de charlar con alguien y entablar una nueva amistad.

Amistad, fe y Jordi

La película es el fruto de la amistad entre Maider y Jordi, donde él le comunica a ella algunas vivencias trascendentes en su vida. A través de una tabla Jordi une letras para crear palabras y con ellas frases. Pese a su parálisis, él se siente feliz.

En las conversaciones entre el protagonista y la directora de la película, gran parte del film se centra en la fe. Maider acompaña a Jordi en ese camino, aunque ella no lo sienta de la misma manera.  

Con respecto a las imágenes y material de grabación, éstos proceden de diversos formatos. De una parte estaba el material intimista que la propia realizadora grabó con una pequeña cámara de video en la habitación del protagonista y, de otra, las secuencias finales de la peregrinación a Lourdes, en un contexto colectivo y más abierto.

Este primer largometraje de Maider, forma parte de un constante y curioso proceso de conocimiento mutuo entre el protagonista y la directora. Una persona con parálisis cerebral, que al no poder comunicarse de forma oral, usa una tabla con el abecedario y números para poder expresarse.

Sobre los aspectos técnicos de la película, señalar que, se usan los planos cortos en momentos de observación para hacer una transición a plano detalle de las manos expresivas de Jordi.

La directora

Maider Fernández Iriarte es cineasta y educadora. Estudió Educación Social en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Realización de televisión y cine en ESCIVI y el Máster en Documental de Creación de la Universitat Pompeu Fabra gracias a la beca de estudios especializados de la diputación de Gipuzkoa.

Formada en Barcelona, Maider se dio a conocer con el grupo Las Chicas de Pasaik, interviniendo en los filmes colectivos ‘Errautsak’ (2014) y ‘Kalebegiak’ (2014). En su cortometraje en solitario ‘Amor siempre’ (2018) ya se puede apreciar su preocupación por los temas relacionados con la educación y la religión, muy presentes en su ópera prima.

Ha trabajado como mediadora en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera, en San Sebastián. Compaginó esa labor con el de profesora de fotografía de Donostia Kultura y la realización de distintos trabajos audiovisuales en el colectivo Las chicas de Pasaik, muchos de ellos reconocidos en distintos festivales de ámbito nacional e internacional.

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