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El 'Observatorio Social de las Personas Mayores 2023', fruto de la colaboración entre CCOO y la Fundación 1ª de Mayo, destaca la marcada diferencia del 32 % en las pensiones percibidas por mujeres en comparación con las de los hombres. Sin embargo, un dato alentador se manifiesta en la disminución de esta brecha al 21 % en las nuevas altas de jubilación.
Este contraste en las pensiones radica en que muchas mujeres mayores no poseen derecho a una pensión contributiva propia, dependiendo en gran medida de pensiones derivadas, como la de viudedad, las cuales ofrecen una protección menor que las pensiones de jubilación.
Esta situación ha generado una brecha del 49 % en las cuantías medias de las prestaciones, lo que destaca la complejidad y diversidad de las situaciones que enfrentan las personas mayores en términos de seguridad financiera.
Del total de pensiones de jubilación en vigor, solo el 40 % han sido causadas por mujeres
Las generaciones progresivamente más jóvenes de mujeres pensionistas, sin embargo, ya registran un volumen significativo de pensiones de jubilación propias, aunque todavía inferior al de los hombres.
Solo en 2023, según detalló Carlos Bravo, con el factor de sostenibilidad de la reforma de pensiones aprobada en 2013, la pensión hubiera sido unos 1.260 euros más baja de media, lo que supondrían 93 euros por paga.
“La revalorización de las pensiones ligada a la inflación es una cuestión de justicia social que, además, despliega importantes efectos macroeconómicos, ha servido para garantizar el poder adquisitivo de las pensiones de 9,5 millones de personas y se ha destinado, fundamentalmente, a la demandada interna de bienes y servicios de la que depende el mantenimiento y la creación de la actividad económica y el empleo”, señala el estudio.
Reforma de pensiones y necesidades sociales
El informe resalta los efectos beneficiosos de la reforma de pensiones, que garantiza la revalorización de estas prestaciones según la tasa de inflación.
Además, el documento hace hincapié en la urgencia de incrementar la inversión en áreas fundamentales como la dependencia y la sanidad.
La brecha de género puede ser mayor si no se tiene en cuenta la cuantía de la pensión propia generada, sino los ingresos a los que cada persona mayor tiene acceso. Y es que, según explica, la “primera brecha” viene determinada por el hecho de que muchas mujeres mayores no han adquirido el derecho de pensión contributiva propia.
Se señalan diferencias significativas en el gasto en estas áreas entre distintas comunidades autónomas. CCOO insta a los partidos políticos a considerar las necesidades de las personas mayores en la elaboración de los presupuestos para el 2024, especialmente en un contexto donde la esperanza de vida ha experimentado un notable aumento y la población mayor se ha expandido de manera significativa en España.
Esta problemática social, aunque con tendencia a la mejora, requiere de una atención específica para garantizar la igualdad en el acceso a las pensiones y para cubrir las necesidades vitales de la creciente población de personas mayores en el país.
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