05/06/2023 - 09:36
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La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha alertado sobre la situación en los países pobres en relación a la falta de pensiones para los ancianos. Según un informe publicado por la OIT, en España se estima que casi un 80 % de los ancianos no la reciben.
A nivel mundial, la cobertura de estas ayudas básicas de vejez alcanza en promedio al 77,5 % de las personas mayores, pero aún existen brechas significativas. En los países de ingreso bajo, este porcentaje es tan solo del 23,2 %, según el informe de la ONU.
Solo el 23,2 % de las personas mayores reciben las pensiones
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha alertado sobre el aumento de la esclavitud en el mundo, afectando a aproximadamente 50 millones de personas. En su informe sobre la desigualdad en el empleo y la protección social, la OIT destaca que, aunque la media de cobertura de las pensiones básicas de vejez a nivel mundial es del 77,5 %, todavía existen brechas significativas.
En los países de ingreso bajo, solo el 23,2 % de las personas mayores reciben estas ayudas. Por otro lado, en los países de ingreso alto, como los considerados "de ingreso alto" por la OIT, el 97,5 % de las personas mayores reciben una pensión.
Además de ser un elemento fundamental de la protección social para los ancianos, las pensiones básicas en la vejez también tienen efectos positivos en la reducción de la brecha de género en los ingresos relacionados con el trabajo.
La OIT destaca que la cobertura de la pensión en los países en desarrollo tiene múltiples beneficios
La extensión de las pensiones se presenta como una palanca para la economía, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La OIT destaca que la cobertura universal de las pensiones de vejez en los países en desarrollo tendría múltiples beneficios, como la reducción de la extrema pobreza y el crecimiento económico del producto interno bruto (PIB) de estos países.
La OIT estima que la cobertura universal de las ayudas a personas mayores en el mundo en desarrollo podría reducir en un 6 % la proporción de la población que vive por debajo del umbral de pobreza de 2,15 dólares al día. Actualmente, esta tasa se sitúa en un 15,5 %. La organización sostiene que los efectos positivos de esta cobertura serían significativos y duraderos.
Según la OIT, la introducción de las ayudas hacia la vejez en los países en desarrollo tendría efectos beneficiosos, basándose en evidencia histórica que muestra un aumento en el PIB y en la proporción de empleo no agrícola. Según una simulación realizada por la OIT, el PIB per cápita de estos países aumentaría casi un 15 % en 10 años, en comparación con un escenario donde las tasas de cobertura se mantienen sin cambios.
Estos efectos positivos también se prolongarían a largo plazo. La OIT estima que, en 20 años, la contribución demográfica al PIB per cápita aumentaría otros 3 puntos porcentuales.
La ampliación de las ayudas podría reducir la brecha de género
La expansión de las pensiones básicas de vejez tiene efectos positivos en la reducción de la brecha de género, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Al proporcionar ingresos de jubilación garantizados, se reduce la necesidad de tener más hijos para recibir apoyo en la vejez, lo que lleva a un descenso en las tasas de fecundidad. Esto, a su vez, disminuye el tamaño deseado de las familias.
Además, la ampliación beneficia especialmente a las mujeres, ya que reduce la incidencia del empleo vulnerable y del trabajo no remunerado relacionado con el cuidado de los hijos.
Se estima que esta ampliación podría reducir la brecha de género de los ingresos del trabajo en un 3,6 %, equivalente al progreso registrado en los últimos quince años. Estos cambios también tendrían un impacto positivo en la salud y la educación de las mujeres.
La OIT hace un llamado a nivel internacional para que los países amplíen este pilar social básico y destaca la importancia de una mayor inversión nacional a través de cotizaciones sociales y presupuestos vía impuestos.
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