Las personas con discapacidad conforman un grupo vulnerable de cara a los intentos de suicidio

El “Estudio sobre conducta suicida y salud mental en la infancia y la adolescencia en España (2012-2022”, por la Fundación ANAR, ha señalado que, en esos últimos diez años, las personas con discapacidad, sobre todo los menores, han llevado a cabo mayores intentos de suicidio. 

Así, la fundación insiste en que es un grupo social expuesto a más discriminaciones o exclusiones, tanto a nivel social como laboral y económico. También influyen otros aspectos como provenir de familias migrantes o formar parte del colectivo LGTBIQ+. 

Las personas con discapacidad sufren mayores intentos de suicidio 

En los últimos años hemos podido ver cómo los casos de suicidio, o intento de ello, han ido aumentando a nivel mundial, pero sobre todo en nuestro país. Si nos fijamos, los jóvenes conforman el grupo más propenso a la hora de sufrir problemas mentales y riesgos sociales que les empuja a realizar actos de estas características. 

Por otro lado, la Fundación ANAR ha advertido en su “Estudio sobre conducta suicida y salud mental en la infancia y la adolescencia en España (2012-2022)”, que en los últimos diez años ha intervenido en más de 9.000 casos de intentos de suicidio entre las personas con discapacidad. Así, la fundación advierte de que es un grupo mucho más vulnerable y más expuesto a exclusiones. 

Asimismo, ANAR remarca que existen otros factores entre las personas con discapacidad que también pueden influir en las ideas suicidas, entre ellos: tener menos de diez años, provenir de familias migrantes o formar parte del colectivo LGTBIQ+. 

Además, el estudio incluye otros casos donde las personas con discapacidad intelectual mayores de 18 años, que se encontraban bajo tutela, también se veían reflejadas en el estudio acerca de los intentos de suicidio. Los datos se consiguieron esclarecer gracias a las llamadas atendidas por la fundación a su teléfono para estos casos. 

Por último, la Fundación ANAR asegura que las personas con discapacidad y mayores de edad también se contabilizan en los datos del estudio, sobre todo aquellas que contaban con un tutor hasta la reforma de la legislación civil. 

Más campañas y formación social para detectar el suicidio infantil 

A pesar de que las cifras de intento de suicidio aumentan en todas las edades, la responsable de las líneas de ayuda de ANAR, Sonsoles Bartolomé, reclama más campañas y formación social para tratar de “detectar” las señales del suicidio infantil, ya que destaca sobre otros grupos de edad. 

Así, la fundación también pide un plan nacional de prevención y una estrategia, todo ello dotado “con recursos” para tratar de acabar con el tema del suicidio entre los menores y las personas con discapacidad. 

“Nos preocupan especialmente los niños más vulnerables, como son los niños migrantes, con diferente identidad sexual o discapacidad”, concluye Bartolomé, insistiendo en los estudios específicos y el abordaje del tema en los centros educativos para detectar este tipo de problema.