La Nasa ha descubierto un exoplaneta posiblemente, habitable

El satélite Tess de la Nasa, encargado de la búsqueda de planetas más allá del Sistema Solar, encontró a unos cien años luz de la Tierra un planeta de un tamaño similar a la Tierra y dentro de la zona de habitabilidad de su estrella. Esto es algo anormal en los exoplanetas conocidos hasta la fecha.

TOI 700 d, es el nombre que se le ha otorgado. Se trata de "uno de los pocos planetas del tamaño de la Tierra descubiertos hasta ahora en la zona habitable de una estrella". Entre los que se conocen, hay tres en el sistema planetario TRAPPIST-1.

El satélite encargado del descubrimiento fue diseñado y lanzado en abril de 2018. Su misión específica es la de encontrar planetas del tamaño de la Tierra que orbitan alrededor de estrellas cercanas. Así lo indicó en un comunicado el director de la división de astrofísica de la NASA, Paul Hertz.

Es la primera vez que Tess encuentra un planeta con estas características

A la extrella TOI 700 es una enana fría con un 40% de la masa y el tamaño del Sol que se encuentra situada a unos 100 años luz de la Tierra en la constelación de Dorado. Es orbitada por tres exoplanetas.

El planeta TOI 700 d es el más exterior del sistema, y el único de los tres que se encuentra en la zona habitable de la estrella. Esta situado en un rango de distancia de su sol que permite la existencia de agua líquida en su superficie.

Es un 20% más grande que la Tierra, orbita cada 37 días a su estrella, de la que recibe un 86% de la energía que el sol proporciona a nuestro planeta.

Así lo han demostrado los datos de la reunión de la Sociedad Astronómica Americana estadounidense en Honolulu

De momento no se conocen las condiciones precisas del exoplaneta, pero los científicos pueden hacer uso de la información obtenida actualmente. Con el tipo de de estrella que órbita y su tamaño podrán generar modelos por ordenador y realizar predicciones.

Hasta hoy se han realizado veinte modelos de entornos potenciales para determinar si alguno de ellos daría como resultado temperaturas y presiones en superficie adecuadas para la habitabilidad.