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En la actualidad son muchas las ciudades que cuentan con las ya conocidas plazas PMR, es decir, plazas destinadas a las personas con discapacidad o movilidad reducida. Tal y como se supone, estas plazas están reservadas, por lo que no cualquiera puede aparcar ahí, ya que podrían enfrentarse a graves multas.
Sin embargo, hay casos donde estas plazas siguen siendo muy infravaloradas. Esta vez nos hacemos eco de un caso que nos hace llegar la familia de Olivia, una pequeña que sufre una enfermedad degenerativa neuromuscular, lo que le supone la movilidad reducida.
¿Qué son las plazas PMR reservadas?
Cuando hablamos de plazas PMR nos referimos a las plazas de aparcamiento reservadas para las personas con discapacidad o movilidad reducida. Estas plazas se han convertido en una necesidad para muchas personas, por lo que deben respetarse con todas las de la ley.
Normalmente, estas plazas se encuentran ubicadas en puntos estratégicos y cuentan con dimensiones de mayor tamaño. El objetivo de estas plazas es facilitar el aparcamiento a las personas con movilidad reducida, así como facilitar los vehículos adaptados o los que cuenten con elementos ortopédicos.
Como es normal, aparcar en una plaza reservada para las personas con poca movilidad sin tener el certificado o la tarjeta correspondiente puede conllevar infracciones graves de hasta 200 euros.
A pesar de las posibles consecuencias, muchas personas siguen incumpliendo las normas, por lo que aparcan sin ningún tipo de tapujo.
El caso de los padres de Olivia, una pequeña con una enfermedad degenerativa neuromuscular
Como hemos dicho, muchas personas con movilidad reducida o acompañantes de estas personas se enfrentan día tras día a numerosas situaciones de incumplimiento de normas de cara a las plazas PMR. Uno de ellos es el de los padres de Olivia.
Olivia es una pequeña que tiene CMT, una enfermedad degenerativa neuromuscular que le provoca, entre muchas otras cosas, movilidad reducida. Por ello, aquellos acompañantes, en este caso sus padres, cuentan con la posibilidad de utilizar las plazas PMR. Sin embargo, esto no es así.
Normalmente, Olivia y sus padres suelen acudir a la Clínica la Antigua de Guadalajara, la cual cuenta con parking privado de pago.
La situación de estas plazas de aparcamiento comienza hace un año, cuando estaban de obras. Actualmente una de las 3 plazas está inhabilitada, ya que la valla de la obra está en la mitad; las otras dos, ocupadas por cubos de la basura.
Es en este momento cuando la madre de la pequeña Olivia se pone en contacto con la persona de mantenimiento, así como con la Clínica. Tras no recibir respuesta, y con una inesperada noticia, la familia de Olivia se enfrenta de nuevo al incumplimiento de la norma en este tipo de aparcamientos.
Los padres de Olivia reviven una situación similar a la de 2021
Después de vivir una complicada situación en la Clínica privada, la pequeña Olivia vuelve a acudir a la clínica junto a sus padres y, ¡sorpresa!, los cubos de la basura ocupan una de las plazas reservadas, la otra está vallada hasta la mitad por la obra.
En otro caso, más concretamente el 8 de noviembre, dos cubos de la basura ocupan una de las plazas PMR.
Es entonces cuando la familia se pone en contacto de nuevo con la Clínica en busca de una respuesta acorde. Sin embargo, tras varios mails, la directora de la Clínica contesta a la defensiva e insiste a los padres de Olivia que hay una obra en funcionamiento. Sin embargo, estas plazas deben incluirse en una normativa fija.
Actualmente, las tres plazas reservadas de esta clínica se encuentran bajo el vallado completo de una obra, por lo que no existe ninguna plaza.
Es aquí cuando nos replanteamos nuestra propia persona, nuestra forma de ver al mundo y a la sociedad que nos rodea. Las plazas PMR, al igual que muchas otras opciones, deben ser respetadas de manera cotidiana, ya que existen personas que las necesitan para su día a día.
Aun así, Eva y Alfredo siguen reuniéndose con la dirección de la clínica para promover un uso adecuado de dichas plazas. Por eso, desde GNDiario hacemos un llamamiento a la sociedad y mostramos todo nuestro apoyo a la familia de Olivia, una víctima más de la poca empatía de muchas personas.
¿Qué dice la Clínica de Guadalajara ante esto?
En las últimas horas hemos recibido la respuesta por parte de uno de los protagonistas de la noticia, la Clínica la Antigua de Guadalajara. Su gerente, Jorge Esteras, asegura que la Clínica lleva desde abril de 2021 ampliando la obra con el objetivo de ofrecer un servicio correcto a todos los pacientes. No solo se centran en las consultas, habitaciones o quirófanos, sino también en las plazas del parking, el tema más demandado.
Asimismo, la clínica ha querido insistir en la situación de los padres de Olivia y afirma que mantuvieron una reunión donde se aclararon los hechos y donde insisten en que las familias tengan paciencia, ya que no es una tarea que se realice de la noche a la mañana.
Desde abril de 2021, como se ha comentado, se vienen haciendo distintas obras destinadas a los pacientes y a sus familias, las cuales han tenido consecuencias en otros aspectos como en las plazas de aparcamiento, que se vieron reducidas de 5 a 2. Sin embargo, esta reducción será temporal, ya que se pretende terminar la obra entre marzo y abril de 2023.
En último lugar, la clínica asegura que sus servicios se cumplen ante la normativa vigente en Guadalajara, por lo que piden paciencia a todos los pacientes para poder disfrutar de los nuevos servicios muy pronto.
Es importante recordar que la primera reclamación realizada en la Clinica fue en junio de 2021, que durante 16 meses no se ha hecho nada, ni siquiera contestaron.
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