Los datos alertan sobre un aumento de la pobreza en Galicia

El INE ha compartido la Encuesta de Condiciones de Vida del 2023. Aunque el ingreso promedio por persona aumentó a 14.082 euros (un 8,3 % más que en 2022), el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social llegó al 26,5 % en España. Estos números subrayan la necesidad de ser cautos al interpretar las estadísticas, especialmente cuando se trata de temas sociales.

El índice de pobreza y exclusión social es clave para determinar la precariedad social

El índice de riesgo de pobreza y exclusión social, conocido como tasa Arope, constituye un indicador crucial en Europa para evaluar la vulnerabilidad y la precariedad social en una sociedad determinada. Esto surge de una concepción integral de la exclusión, abordando aspectos relacionados con los ingresos, el consumo y el empleo.

En primer lugar, se considera la población en riesgo de pobreza, que abarca los hogares cuyos ingresos se sitúan por debajo del 60 % de la mediana de ingresos. Es decir, aquellos que perciben una cantidad menor a 8.449,20 euros anuales en España.

Además, se examina la privación material severa, que engloba hogares que no pueden acceder a elementos esenciales para una vida digna, como la posibilidad de disfrutar de vacaciones al menos una semana al año, una alimentación adecuada con carne, pollo o pescado al menos cada dos días, mantener la vivienda con una temperatura adecuada, disponer de capacidad económica para hacer frente a gastos imprevistos de al menos 800 euros, y evitar retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal o compras a plazos en los últimos 12 meses. Asimismo, se incluye en esta categoría la incapacidad para poseer un automóvil, un teléfono, un televisor o una lavadora.

Por último, se analiza la baja intensidad de trabajo en los hogares, que se refiere a la proporción de miembros en edad de trabajar que han estado empleados menos del 20 % del tiempo potencial de trabajo.

Estos criterios ofrecen una perspectiva más amplia y detallada de la situación social de un país. Los datos derivados de la Encuesta de Condiciones de Vida del 2023, publicada por el Instituto Nacional de Estadística, ilustran la importancia de considerar múltiples dimensiones al interpretar las estadísticas, especialmente cuando se trata de cuestiones de índole social.

Análisis detallado por comunidades autónomas: Galicia remonta en el ranking

El análisis detallado por comunidades autónomas revela que Andalucía y Canarias tienen las tasas más altas de pobreza y exclusión social en España, con un 37,5 % y un 33,8 % respectivamente. Le siguen de cerca Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia, todas con un 30 %. En contraste, Galicia tiene una tasa del 25,5 %, por debajo del promedio nacional del 26,5 %. Por otro lado, País Vasco, Comunidad de Madrid y Comunidad Foral de Navarra presentan las tasas más bajas, con un 10,2 %, 12,9 % y 13,8 % respectivamente.

En cuanto a Galicia, aunque muestra una mejora en el indicador relacionado con la baja intensidad de trabajo en los hogares, con una disminución del 2 % (mientras que en España solo fue del 0,2 %), el resto de los indicadores no son tan alentadores.

La tasa Arope ha aumentado en 1,8 puntos, siendo 1,2 puntos más alto que el aumento nacional, lo que indica una relativa empeoramiento de la situación en comparación con el país en su conjunto, aunque sigue estando por debajo de la media nacional.

Estos datos subrayan la importancia de considerar el aumento de la pobreza y la privación material severa al interpretar el panorama macroeconómico. A pesar del crecimiento económico de los últimos años y la reducción del desempleo, estos indicadores siguen en aumento. 

Además, los datos del INE muestran que la pobreza está aumentando de manera desigual, afectando de forma más significativa a los jóvenes, mientras que los mayores de 65 años están mejor protegidos.