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El alto índice de pobreza y exclusión social en España es un problema persistente. Más del 25 % de los ciudadanos, es decir, uno de cada cuatro, se encuentran en esta situación, según la medida AROPE. A lo largo de siete años, esta tasa apenas ha disminuido en tres puntos porcentuales. El problema se agrava al observar las diferencias regionales, con tres comunidades autónomas donde esta tasa supera el 35 %.
Comunidades como Andalucía, Canarias y Extremadura sufren elevadas tasas de pobreza
El elevado porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social en España sigue siendo un desafío sin resolver. Más del 25 % de los ciudadanos, uno de cada cuatro, se encuentran en esta situación, según la medida AROPE, que apenas ha disminuido en tres puntos porcentuales en siete años.
La situación es aún más crítica en algunas comunidades autónomas, como Andalucía, Canarias y Extremadura, donde una de cada tres personas está en riesgo de pobreza, superando incluso a países como Rumanía o Bulgaria, los más pobres de la Unión Europea.
Los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revelan que mientras Bulgaria y Rumanía han logrado reducir significativamente los niveles de pobreza en los últimos siete años, España ha progresado a un ritmo mucho más lento.
Esta disparidad se refleja también a nivel regional, donde comunidades como Canarias y Extremadura apenas han mejorado sus tasas desde 2015, mientras que Andalucía ha logrado una reducción de 10 puntos porcentuales desde el punto álgido de la crisis financiera.
Por otro lado, regiones como Navarra y País Vasco presentan tasas mucho más bajas, comparables a países europeos como Polonia o Finlandia.
La OCDE asegura que los jóvenes españoles se enfrentan a una situación realmente vulnerable
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha expresado su preocupación por el alarmante riesgo de vulnerabilidad que enfrentan los jóvenes en España, especialmente aquellos menores de 25 años.
Esta situación se atribuye principalmente al alto desempleo, los bajos salarios y los elevados costos de vivienda que afectan a aproximadamente el 30 % de la población joven. En contraste, la tasa de pobreza entre las personas mayores de 65 años es baja, aunque ha aumentado en los últimos años y se acerca a la media de la Unión Europea.
La OCDE ha enfatizado la necesidad urgente de implementar políticas específicas orientadas a los jóvenes en España. Recomienda mejorar la educación, facilitar la participación laboral de los jóvenes, fomentar el espíritu empresarial y mejorar el acceso a la vivienda para aprovechar el potencial de crecimiento del país y reducir el riesgo entre los jóvenes.
Las pensiones: una preocupación a largo plazo
El informe también destaca que el gasto social se concentra principalmente en las pensiones, lo que plantea preocupaciones sobre la sostenibilidad del sistema a largo plazo. La última reforma gubernamental ha aumentado significativamente el gasto en pensiones, lo que podría afectar a otras áreas prioritarias y perjudicar especialmente a la generación más joven, que ya se encuentra en desventaja económica.
Además, la OCDE ha señalado que la tasa de pobreza infantil en España, para niños de 0 a 17 años, es la más alta de Europa occidental, alcanzando un 21,8 %. Esta situación representa un serio desafío social, con aproximadamente uno de cada tres niños en España en riesgo de exclusión social, lo que representa el 32 % de todos los menores de 18 años. Esta tasa es la tercera más alta en la Unión Europea, superada solo por Rumanía (42 %) y Bulgaria (34 %).
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