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En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, desde Naciones Unidas se observa una sociedad cada vez más polarizada donde cada vez más, la brecha poblacional es mayor.
Según la organización internacional, nos encontramos en un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros. Y en el otro lado, se contempla como un “escandalo moral”, que millones de personas vivan en situaciones de extrema vulnerabilidad.
La ONU, analiza que esta situación no se debe a un problema ocasionado por falta de ingresos: “Se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad”.
Las personas excluidas por falta de ingresos, experimentan muchas privaciones interrelacionadas que se refuerzan mutuamente, impidiéndoles ejercer sus derechos y perpetuar su vulnerabilidad, entre ellas:
- Condiciones de trabajo peligrosas
- Vivienda insegura
- Falta de alimentos nutritivos
- Acceso desigual a la justicia
- Falta de poder político
- Acceso limitado a la atención médica
En 2021, el calendario nos recuerda que en este día estamos ante el aniversario de la declaración del Día Internacional por parte de la Asamblea General. Y en esta fecha, proclama el aniversario del llamamiento a la acción del Padre Joseph Wresinski. Fue la persona que impulsó la celebración de este día, como el Día Mundial para la Superación de la Pobreza Extrema y que, algunos años después, conllevaría el reconocimiento por las Naciones Unidas del día, como el Día Internacional para la Erradicación de la pobreza.
Situación de pobreza en España
La primera ola vivida en España desde el desarrollo, en marzo, de la pandemia por coronavirus, supuso un duro golpe para las familias que aún no se habían repuesto de la anterior crisis (la de 2008). En septiembre y más en octubre, las autoridades políticas advierten que la segunda ola por coronavirus está entre nosotros.
De no adoptarse medidas para afrontar esta situación de vulnerabilidad, desde Oxfam Intermón, citan en 1,1 millones de personas, las que se verán afectadas por esta crisis sanitaria, social y económica en España.
Con esta actualización de los datos, la organización advierte que España alcanzaría los 10,9 millones de personas pobres, pasando del 20,7 % de la población antes de la COVID-19 al 23,07 % tras los efectos del coronavirus.
Ante esta situación, desde Oxfam Intermón, se pone atención en la elaboración de los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE), y se solicita a las autoridades políticas que presten atención a las personas más vulnerables, las que peor lo están pasando. “Paliar los efectos de la crisis socioeconómica, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, para que nadie quede atrás, es urgente. Por ello pedimos al Gobierno que aplique medidas que blinden servicios públicos como la educación y la sanidad y refuercen la protección social, especialmente ampliando el Ingreso Mínimo Vital”, señala Franc Cortada, director general de la organización.
Visión internacional sobre esta situación
A nivel internacional la organización destaca que, por primera vez en 20 años, crecerá la pobreza extrema. Por su parte, y según informó el Banco Mundial, la vulnerabilidad extrema internacional crecería por primera vez en más de 20 años. Hasta cerca de 115 millones de personas más podrían sufrirla este año.
“Estas cifras demuestran claramente que miles de millones de personas han sido más vulnerables a los impactos económicos de la COVID-19 debido a décadas de políticas económicas que las han sumido en la pobreza, mientras que los más ricos de la sociedad han acumulado cada vez más riqueza”, señala el experto de Oxfam Intermón Franc Cortada .
La organización internacional explica que más de 55 millones de personas están en riesgo de hambre extrema en siete países del mundo que se enfrentan a niveles severos y extremos de inseguridad alimentaria: Yemen, la República Democrática del Congo, Nigeria, Burkina Faso, Afganistán, Sudán del Sur y Somalia. La financiación que disponen las entidades internacionales como Oxfam es “muy baja” para hacer frente a esta realidad.
Finalmente, Cortada, señala que: “La COVID-19 ha generado una crisis económica y social que ha dejado aún a más personas en esta situación desigual en España y en el mundo, y seguirá aumentando la brecha entre las personas más ricas y las más pobres. Por primera vez en 20 años la falta de ingresos crecerá. Por eso no dejaremos de trabajar a través de nuestros programas, informes, campañas de movilización social y presión política para conseguir un futuro sin pobreza”.
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