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La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) propuso a la Dirección General de Tráfico (DGT) que los futuros conductores hagan un número mínimo de kilómetros en carreteras secundarias, donde mueren tres de cada cuatro personas en siniestros viales.
Por ello reclamó este lunes más formación y concienciación para los futuros conductores después de que 2022 acabara con 1.145 víctimas mortales en las carreteras españolas, la cifra más alta desde 2019, último año sin la pandemia del covid-19.
El 2022 terminó con 1.145 fallecidos en las vías interurbanas del país, 44 más que en 2019, el año de referencia. Se trata de un balance provisional, ya que sólo se han contabilizado los muertos habidos durante las primeras 24 horas tras producirse el siniestro. El número de heridos graves fue de 4.008; o sea, 425 menos.
Los conductores en prácticas deberían también aprender a conducir en los tramos más peligrosos
El aumento de un 4 % en la mortalidad y el descenso de un 10 % en la cantidad de heridos graves en 2022 se produjeron en un un contexto de recuperación de la movilidad, pues el año pasado hubo 439,8 millones de desplazamientos de largo recorrido por carretera, un 3 % más que en 2019.
El 73 % de las personas que perdieron la vida en una vía interurbana lo hicieron en una carretera convencional. Uno de cada cuatro fallecidos en coche o furgoneta no llevaban puesto el cinturón de seguridad.
Con estas cifras, la CNAE propuso como estrategia fundamental una mejora sensible en la formación de los conductores. "Lo hemos dicho hasta la saciedad: hay que preparar a los aspirantes al permiso de tal modo que aumente, con carácter general, su concienciación sobre los factores de riesgo", indicó Enrique Lorca, presidente de la CNAE.
Para Lorca, "que el 25 % de los conductores muertos en turismo o furgoneta no llevasen el cinturón de seguridad es algo que se repite año tras año y no por el desconocimiento de la norma, sino por una ausencia total o parcial de la percepción del riesgo".
Subrayó que la ley de Tráfico posibilita la creación de unos módulos de concienciación que la DGT debería incorporar a la enseñanza de la conducción "sin perder un solo instante".
Las vías más peligrosas son las carreteras convencionales
"Es necesario saber circular con seguridad por las vías más peligrosas, que son las carreteras convencionales. Especialmente la maniobra de adelantamiento requiere, además de destreza, una claridad de juicio que permita al conductor tomar la decisión correcta. Pero, en muchos sitios, los conductores en prácticas no circulan por una vía secundaria hasta que no obtienen el permiso porque no se lo piden en el examen para sacárselo. Tráfico debería exigir un número mínimo de kilómetros de circulación por este tipo de vía y CNAE ha propuesto diversas fórmulas para subsanar la mencionada carencia allí donde la prueba práctica no puede materialmente transcurrir por una carretera secundaria", explicó Lorca.
Además, la CNAE apuntó que el incremento de la mortalidad vial en la franja de edad de 55 a 64 años (un 23% más) vuelve a plantear el tema de qué hacer para mejorar la seguridad de los conductores veteranos. “La respuesta es invertir en formación. Sería la medida más barata y eficaz", concluyó Lorca.
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