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Un informe del Ministerio de Trabajo ha revelado que casi 170.000 personas desarrollan depresión en España cada año debido a la precariedad laboral. El estudio también ha revelado que este fenómeno afecta a casi la mitad de los trabajadores asalariados en España, lo que equivale a aproximadamente 6,5 millones de trabajadores, de los cuales 900.000 experimentan niveles de precariedad muy elevados.
Si no hubiera precariedad laboral, se podría haber evitado alrededor del 17 % de los casos de mala salud mental en la población asalariada española.
Depresión y precariedad laboral en España: un problema creciente que afecta a millones de trabajadores
En España, alrededor de 170.000 personas caen en depresión cada año debido a su situación laboral precaria. Esto incluye sueldos insuficientes, contratos temporales y la falta de estabilidad laboral. Muchas personas se ven obligadas a aceptar estas condiciones de trabajo por necesidad y no pueden permitirse dejarlo.
Según un estudio reciente, casi la mitad (47,9 %) de los trabajadores asalariados en España están afectados por la precariedad laboral, lo que equivale a casi 6,5 millones de personas, y 900.000 de ellas tienen niveles muy altos de precariedad.
El informe también revela que la precariedad laboral tiene un impacto negativo en la salud mental, incluyendo ansiedad, depresión, aumento del consumo de medicamentos, alcohol y drogas, así como un mayor riesgo de suicidio.
En España, la falta de un sueldo digno y estable afecta a la salud mental y física de la población, incluyendo a aquellos que no viven en condiciones de pobreza. La incertidumbre laboral, incluyendo contratos temporales y despidos, genera ansiedad y depresión.
Las mujeres sufren mayor desigualdad en el empleo
La salud mental está estrechamente ligada a la desigualdad en la sociedad. Las personas con trabajos precarios tienen más del doble de riesgo de sufrir problemas de salud mental en comparación con aquellas con mejores condiciones laborales. Además, las mujeres, los inmigrantes y los jóvenes son los que sufren las peores condiciones.
Las mujeres suelen tener peores condiciones laborales que los hombres, y los trabajos feminizados tienen peores condiciones y salarios que los masculinizados. La precarización laboral de los jóvenes también es un factor de riesgo psicosocial.
En cuanto a las mujeres, la conciliación de la vida laboral y familiar está asociada con el estado de salud mental. El trabajo doméstico y de cuidados, que es mucho mayor en las mujeres que en los hombres, también se asocia con problemas de salud mental.
Las largas jornadas conforman el problema más grave dentro del ámbito laboral
El deterioro de la salud mental no solo se debe al trabajo informal, la precariedad laboral y la falta de reconocimiento de los cuidados, sino que también se observa en trabajadores con contratos estables debido a problemas como la desconexión digital y las horas extras.
La desconexión digital es un derecho de los trabajadores que se vulnera cada vez más, y esto puede afectar negativamente la salud mental al impedir la desconexión necesaria para lograr un equilibrio. Además, las largas jornadas laborales se han asociado con una serie de problemas de salud mental, como la insatisfacción laboral, la hipertensión y la reducción de horas de sueño y actividad física.
Para mantener una buena salud mental, es importante hacer actividad física y dormir de 7 a 9 horas al día, pero cuando se dedica mucho tiempo al trabajo remunerado y a los cuidados, queda menos tiempo para estas actividades saludables.
Además de invertir en recursos sanitarios, se deben acabar con la precariedad laboral y mejorar la jornada laboral, el salario mínimo y la conciliación de la vida personal y laboral. La directora del Observatorio de Salud Pública de Barcelona asegura que ofrecer seguridad y tranquilidad a los trabajadores ayuda a reducir los problemas de salud mental.
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