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El COVID-19 está haciendo de las suyas en los cimientos de todos los sectores. Las empresas españolas están haciendo consultas entre despachos y sindicatos para relanzar una nueva oleada de prejubilaciones. El plan de estas nuevas medidas es prejubilar a trabajadores de 55 años con un 80% del sueldo.
La crisis del coronavirus ha afectado duramente a la economía y las compañías se han visto obligadas a impulsar, entre otras medidas, Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que en el mes de abril llegaron a más de tres millones. Tres meses después, en agosto, el número de personas afectadas por los ERTE se ha reducido por debajo del millón y, ante la posibilidad de que la situación empeore o las ayudas no se puedan sostener, las consultas sobre planes de jubilación se han disparado, según informa 'El Mundo'.
Escrivá quiere endurecer las jubilaciones anticipadas
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha desvelado en varias ocasiones su intención de endurecer las jubilaciones anticipadas y de establecer nuevas medidas para intentar que los trabajadores continúen en el mercado laboral durante más tiempo. Hoy la edad real de jubilación sigue estando casi un año por debajo de la edad legal.
¿Qué diferencia hay entre jubilación anticipada y prejubilación?
En la prejubilación, el trabajador pasa al desempleo tras un acuerdo con la empresa. En función del acuerdo alcanzado, el trabajador recibe una cantidad de dinero determinada que complementa su prestación por desempleo hasta el momento en que pueda acogerse a la jubilación anticipada o a la jubilación ordinaria.
Sin embargo, en la jubilación anticipada, el trabajador accede a la pensión de jubilación a una edad más temprana de la legal sufriendo una merma de su pensión por cada año en que se jubile antes de tiempo. La jubilación anticipada está sujeta a la normativa de la Seguridad Social, y para acceder a ella debes cumplir unos requisitos de edad y años cotizados.
Las prejubilaciones están en auge
Es una alternativa en auge dado que, los trabajadores en torno a los 60 años se acogen a los esquemas de prejubilación. Las empresas aplican estos planes de prejubilación a sus empleados entre los 57 y los 63 años, que perciben entre un 75% y un 80% de su salario neto. Las prejubilaciones que se avecinan no son fruto sólo de la crisis del coronavirus, la pandemia, si acaso, profundiza una tendencia que ha generado casos como los del Banco Santander, Telefónica, Iberia, Caixabank o Navantia, donde más de 15.000 trabajadores mayores de 50 años han sido prejubilados en 2019.
El secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo, ha asegurado que “aún es pronto para saber si muchas empresas van a despedir a sus trabajadores y cuántas se decantarán por EREs o prejubilaciones. En todo caso expulsar del mercado laboral a una persona con cincuenta y pocos años, cuando la esperanza de vida está en más de 80, es un contrasentido. El país no se puede permitir perder a estos trabajadores que generalmente tienen altas cotizaciones a la Seguridad Social. Y ahora menos que nunca, cuando necesitamos a la mayor cantidad posible de personas trabajando para sostener nuestras políticas de bienestar”.
¿Cuáles son las claves para que no te engañen?
Para evitar que te engañen lo mejor es asesorarse o bien en el comité de empresa, o bien con la ayuda de un abogado laboralista que defienda tus intereses.
- Despido o Acuerdo voluntario: En el 86% de los casos se presentan bajo la fórmula de despido, o bien colectivo o bien individual. Los despidos colectivos se suelen acordar con los comités de empresa, con lo que el proceso tiene mayores garantías para el trabajador. La empresa te ofrece una cantidad mensual a la que se añade lo que recibirás por la prestación de desempleo hasta alcanzar un porcentaje de tu último salario que suele rondar entre el 70 y el 80% hasta una fecha pactada.
- Puedes perder hasta un 8% de pensión por cada año que te falte para alcanzar la edad legal de jubilación. Negocia para intentar garantizar tu nivel de rentas hasta que llegues a la edad legal de jubilación que este año está en 65 años y 10 meses.
- Completar las cotizaciones: si tienes más de 55 años la empresa tiene la obligación de suscribir un convenio especial con la Seguridad Social para pagar tus cotizaciones sociales hasta la fecha acordada, y mantener así el monto de tu futura pensión.
- Asegurar la mayor parte del sueldo: es esencial conseguir el mayor porcentaje posible sobre tu último salario. En las negociaciones se suele tener en cuenta el salario neto, pero pueden entrar otros factores a calcular, como mantener las aportaciones al plan de pensiones de la empresa si lo tienes, o a otros seguros contratados por la compañía.
- Hay que atender a la Declaración de la Renta: Es esencial calcular bien las rentas que te quedarán mensualmente, teniendo en cuenta también los rendimientos de los planes de pensiones, si los tienes. Calcula bien los años que tengas cotizados, para asegurarte de que recibirás la máxima pensión posible, un mes más o menos puede suponer miles de euros a largo plazo.
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