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El Gobierno de Pedro Sánchez quiere aprobar en los próximos días su proyecto de Presupuestos para 2022 y llevarlo a las Cortes a finales de este mes o primeros de octubre, pero no cuenta todavía con ningún aliado seguro.
Unidas Podemos ha sido el último grupo que se ha expresado compartiendo la preocupación del resto de aliados habituales del Ejecutivo en el Congreso.
ERC, EH Bildu, Más País, Compromís y el PDeCAT, que suman en total 25 votos básicos, expresaron con distinta intensidad sus intenciones: quieren negociar más y que se note que hay un gobierno progresista en La Moncloa.
El Gobierno debe trabajar por el voto de sus aliados para aprobar los Presupuestos 2022
Tanto ERC como otras formaciones de izquierda, y el propio socio minoritario del Ejecutivo, Unidas Podemos, han insistido en reclamar al PSOE más política social como condición para sacar adelante esas cuentas, que serán determinantes para prefigurar la duración de esta legislatura.
La ley de vivienda, con una limitación de los precios del alquiler, ha vuelto a ser la primera demanda expresada por el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, y que también sitúan entre sus prioridades para la negociación presupuestaria la propia ERC, EH Bildu, Más País y Compromís.
También los impuestos, en especial los de las grandes empresas, bloquean de momento el acuerdo de Presupuestos entre el PSOE y Unidas Podemos.
Unidas Podemos exige que esos Presupuestos lleven incorporado un mínimo del 15 % de tipo efectivo del impuesto de sociedades, algo que afecta sobre todo a las grandes empresas, porque las pequeñas, que tienen más dificultades para buscar exenciones, ya pagan tipos superiores.
El PSOE quiere retrasar un año más la aplicación de esta reforma que se pactó en 2018 y se ha pospuesto por la pandemia.
Pedro Sánchez ha asegurado que habrá Presupuestos “en tiempo y forma”, esto es según Economía en dos semanas, pero ha insistido en preguntas específicas sobre ese mínimo del 15 % en que tienen que ser unas cuentas que marquen “una recuperación justa”, lo que deja abierta la negociación.
Por otro lado, el portavoz de ERC, afirma que “el Ejecutivo no puede ni mucho menos dar por hecho que ERC respaldará los Presupuestos Generales del Estado para 2022”, añadió Gabriel Rufián. Los compañeros en la mayoría de las votaciones del Ejecutivo en el Congreso quisieron anticipar esas posiciones pocos minutos antes de que el nuevo ministro de Presidencia, Félix Bolaños, comenzase en la cámara a mantener una primera ronda de contactos con los portavoces de todos los partidos para iniciar la fase formal de las negociaciones.
La portavoz del PP, Cuca Gamarra, ya anticipó claramente su rechazo por no compartir prácticamente nada con el Gobierno y porque sostiene que su líder, Pablo Casado, tiene en mente ya un proyecto alternativo para España.
La fase de negociación y tanteo sobre el proyecto de Presupuestos para 2022 ha comenzado
Más País, Compromís y PDeCAT. Todos esos partidos ya avanzaron que habrá mucho que hablar antes de dar por descontados sus votos.
EH Bildu también va a negociar su apoyo a los Presupuestos “sin órdagos, pero también sin cheques en blanco” y con una exigencia fundamental al Gobierno: “Abandonar las políticas tímidas”, en palabras de la portavoz del grupo de la izquierda abertzale, Mertxe Aizpurua. “El Gobierno debería estar preocupado, ahora toca cumplir”, ha avisado Aizpurua.
El portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Gerardo Pisarello, no solo “compartió la lógica preocupación” de las otras fuerzas de izquierda sino que añadió otro requerimiento que admitió se está ya negociando con la parte socialista del Ejecutivo: “Adaptar los presupuestos a la situación de enorme emergencia social que vivimos”.
El portavoz de Más País, Íñigo Errejón, confesó que le recordará a Bolaños en su cita que para su formación es necesario que a las promesas y acuerdos comprometidos en su día para el acuerdo de investidura se sume ahora la concreción de números y partidas en los Presupuestos para implantar políticas energéticas y de infraestructuras medioambientales “verdes y limpias”. Errejón también concretó su oposición a las ampliaciones de los aeropuertos de Madrid-Barajas y de El Prat, en Barcelona. Más País también requiere partidas para mejorar la prevención y cura de la salud mental. El representante de Compromís, Joan Baldoví, casi catalogó como línea roja para su voto afirmativo el cumplimiento de un nuevo sistema de financiación autonómica que mejore las prestaciones para la comunidad valenciana antes de diciembre, como prometió en su momento la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y que ahora se vislumbra como muy improbable, lo que desata las quejas de muchos presidentes autonómicos de diferentes ideologías y partidos.
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