El Congreso aprueba hoy los Presupuestos Generales del Estado de 2022

El Pleno del Congreso de los Diputados celebrará este martes 28 de diciembre su última sesión de 2021, en la que aprobará de forma definitiva -mediante votación telemática debido a la actual situación de la pandemia de covid 19- el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, que quedará listo para entrar en vigor el 1 de enero.

Los Presupuestos deben estar dirigidos hacia las personas, dejando a un lado su enfoque tradicional, los cuales han sido formulados y ejecutados con el propósito de favorecer solo un sector. Esta herramienta debe ser flexible evitando por supuesto su rigidez y poco útil para las decisiones operativas y estratégicas de las instituciones.

El proyecto de cuentas públicas será sometido a una última votación en la que la Cámara Baja decidirá si acepta o rechaza la enmienda introducida en los Presupuestos Generales del Estado por el Senado el pasado martes, cuando, de forma inesperada, una enmienda de Compromís sobre ‘Promoción y difusión de las lenguas protegidas por la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias’ consiguió una mayoría de votos favorable gracias al imprevisto voto del PP, además del de otras formaciones como ERC y PNV.

Los Presupuestos Generales del Estado de 2022 más que cuentas son un cuento en sus previsiones macroeconómicas

Los cálculos de ingresos y la distribución de los recursos, tan arbitraria como injusta entre programas, organismos y comunidades autónomas, al utilizar los dineros públicos como instrumento propagandístico y para premiar a los socios parlamentarios, ha generado que los Presupuestos se vean como un cuento en sus previsiones macroeconómicas.

La previsión era que los Presupuestos Generales del Estado quedaran aprobados de forma definitiva en anteriores votaciones, pero la incorporación de alguna enmienda por la Cámara Alta exige que el proyecto vuelva al Congreso, demorando así unos días su aprobación, por lo que el sentido del voto del PP fue visto desde el Gobierno, en palabras de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, como “una pataleta” y un intento de “boicotear” los Presupuestos, al considerar que la formación liderada por Pablo Casado “está en la política inútil”.

En cualquier caso, la ministra le restó importancia y destacó que las cuentas públicas entrarán en vigor el 1 de enero, además de señalar que previsiblemente se aceptará la enmienda, al no haber “ningún inconveniente” con ella.

Por parte del PP, su portavoz en el Senado, Javier Maroto, defendió que el voto de su formación en esta enmienda fue coherente con su apoyo a la Carta Europea en defensa de las lenguas regionales y minoritarias desde 1992, y distinguió estas lenguas, como el bable, de las cooficiales. Por otro lado, reconoció que el PP ha hecho “todo lo posible” por dificultar la aprobación de los Presupuestos y que su partido “se alegra enormemente de este tropezón de Pedro Sánchez”, al considerar que hizo que “toda España se entere de lo malos que son estos Presupuestos y de lo débil que es el Gobierno de Sánchez en su relación con sus socios”.

La OCDE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han sido los últimos en sumarse a la revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento de la economía española

De hecho, y si las matemáticas no engañan, el crecimiento del 2,6 % del PIB en el tercer trimestre obligaría a crecer entre ocho o nueve puntos porcentuales para cumplir las proyecciones del Gobierno para 2021, algo no solo impensable, sino imposible.

Descensos de pronósticos que se sitúan en la línea de las realizadas por el Banco de España o el Instituto de Estudios Económicos (IEE).

Otro elemento preocupante es la inflación, cuyo repunte puede alargarse en el tiempo, generando una caída en las rentas familiares, del consumo y en los márgenes empresariales, así como consecuencias negativas en la producción, añadido a las alteraciones en las cadenas de suministro.

Y para terminar un apunte sobre el acuerdo para la reforma laboral

Porque al final y digan lo que digan la vicepresidenta Yolanda Díaz y los sindicatos, no ha habido derogación. Cierto es que ha habido concesiones por ambas partes, pero desde el punto de vista empresarial se han mantenido las líneas generales, los principios básicos y la flexiseguridad que inspiraron la reforma de Fátima Báñez y que han permitido crear medio millón de empleos anuales entre 2013 y 2019.