Profármacos: El desafío creciente como drogas; detección y regulación en riesgo

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02/08/2023 - 09:15
Profármacos, una posible droga ilegal en el cuerpo

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Los profármacos son sustancias que pueden ser tanto fármacos como drogas. Se administran de forma inactiva y solo causan efecto después de ser metabolizados por el organismo. Tienen usos legítimos en medicina (5 % - 7 % de medicamentos aprobados), pero en los últimos años también han sido utilizados como drogas recreativas. Su uso como sustancias psicoactivas es una tendencia relativamente nueva, detectada en menos de una década. 

Profármacos: Un desafío emergente en detección y regulación 

Los profármacos son sustancias farmacológicas que se administran de forma inactiva y solo actúan después de ser metabolizadas. Algunos se usan como drogas recreativas. Su uso con fines recreativos es una tendencia reciente y representa un desafío en detección y regulación. 

Estas sustancias pueden sonar familiares, pero su uso y naturaleza pueden generar confusión entre fármacos y drogas. Aunque se utilizan en ambos contextos, su empleo como sustancias psicoactivas es relativamente nuevo y ha sido detectado en los últimos diez años. 

Cuando hablamos de estas sustancias, nos referimos a sustancias farmacológicas que se administran en forma inactiva. Solo pueden causar efecto una vez que son descompuestas por enzimas del sistema digestivo u otras reacciones químicas del organismo, es decir, después de ser metabolizadas. Tienen usos farmacológicos legítimos, y aproximadamente entre el 5 % y el 7 % de los medicamentos aprobados son profármacos. Sin embargo, en los últimos tiempos, también han empezado a utilizarse como drogas recreativas. 

Es importante mencionar que el metabolismo juega un papel clave en este contexto, convirtiéndose en un aliado para los narcotraficantes. Estas sustancias deben transformarse en el organismo antes de activarse, lo que dificulta su detección. Se requieren muestras de referencia y equipos avanzados para descubrir su estructura molecular, y aún no existe una lista completa de estos compuestos. 

Este fenómeno explica por qué los informes policiales han surgido recientemente, aunque muchos de ellos existen desde la década de 1960. El toxicólogo y profesor de Ciencias Forenses de la Universidad de Leicester, Julio de Carvalho Ponce, aborda esta cuestión en su artículo, proporcionando una visión más profunda sobre este fenómeno emergente. 

El papel del metabolismo en la transformación de drogas 

El metabolismo se convierte en un aliado para las drogas que son profármacos. A diferencia de las drogas convencionales, como la cocaína, heroína o cannabis, que interactúan directamente con receptores cerebrales y se eliminan rápidamente del organismo, estas sustancias actúan de manera distinta. 

Estas nuevas generaciones de drogas modifican una parte de su molécula antes de ejercer su efecto sobre los receptores neuronales. Lo interesante es que este cambio ocurre dentro del organismo, gracias a procesos naturales. Un ejemplo de ello es el ALD-52, un profármaco que se convierte en LSD al eliminar dos átomos de carbono y uno de oxígeno. Mientras el LSD es un alucinógeno ilegal y potente, el profármaco ALD-52, que se transforma en LSD en el cuerpo, aún no es considerado como tal. A pesar de su existencia desde los años 60, aún no está clasificado como una droga ilícita. 

Este mecanismo de transformación en el interior del organismo dificulta la detección y control de estas sustancias por parte de las autoridades. Por lo tanto, este tipo de sustancia representa un desafío para la comunidad médica y la ley en la lucha contra el uso recreativo de drogas. Aunque su utilización con fines terapéuticos legítimos es ampliamente aceptada, es importante estar alerta ante su posible abuso y uso indebido como drogas recreativas. 

La nueva tendencia en drogas ilegales y el desafío de su regulación 

Los profármacos, como el ALD-52, han sido detectados en los últimos años como una nueva tendencia en el mercado de drogas ilegales. A pesar de que fueron incluidos en la lista de sustancias controladas en países como Reino Unido y Francia en 2014 y 2016 respectivamente, aún existen muchos países donde no están regulados de manera específica. 

Estos pueden ser difíciles de controlar y detectar debido a su capacidad de transformarse en drogas activas dentro del organismo. Por ejemplo, la GBL, un profármaco relacionado con la droga recreativa GHB, se comercializa disfrazada como producto de limpieza en algunos lugares. 

Además, los traficantes han desarrollado formas de enmascarar otras drogas ilegales, como el MDMA (éxtasis), añadiendo pequeñas moléculas que pueden eliminarse mediante reacciones químicas o en el estómago por contacto con el ácido gástrico, dificultando aún más su detección. 

La regulación de estas sustancias tan concretas es un desafío para los países, y aunque algunos han incluido ciertos algunos en sus leyes sobre sustancias controladas, en otros aún no se ha tomado una decisión clara. La gran diversidad de drogas en el mercado ilegal representa uno de los principales retos para los expertos en toxicología y química forense. 

La detección temprana y la regulación adecuada de estos profármacos son importantes para evitar su abuso y uso recreativo peligroso. La vigilancia constante y la cooperación internacional son esenciales para hacer frente a esta nueva tendencia en el narcotráfico y proteger la salud pública. 

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