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La organización católica recordó estos datos con motivo de su campaña para el Día Internacional de la Mujer, que con el lema 'Ellas somos nosotras' trata de visibilizar la exclusión que sufren las mujeres a las que Cáritas acompaña.
Según remarcó la organización en un comunicado, en los últimos años se ha producido además un aumento en el número de las que se encuentran en situación de sin hogar (20 % de féminas, frente a 80 % de hombres).
Esta realidad ha obligado a las Cáritas diocesanas a aumentar sus recursos. Actualmente, una de cada tres cuenta con algún proyecto específico para féminas debido al aumento de las demandas.
Cáritas trabaja por cambiar la vida de mujeres en situaciones de riesgo y vulnerabilidad
Además, el 64 por ciento de las personas acompañadas en los programas de empleo son mujeres. “Esta tendencia se mantiene a lo largo de los años, fruto de las múltiples barreras y obstáculos que enfrentan a la hora de acceder, mantenerse y progresar en el mercado laboral”, explicó la responsable de los programas de Mujer, Trata y Prostitución de Cáritas Española, Noelia de Pablo.
Según Cáritas, el actual sistema de bienestar hace recaer sobre las mujeres las tareas de los cuidados. “Esta realidad limita su inserción laboral y tiene graves implicaciones a nivel personal y social: menor independencia económica para decidir sobre sus vidas, menor acceso al ocio y la cultura y menor participación en la vida democrática de su comunidad. Además, son las mayores perceptoras de pensiones no contributivas al llegar la jubilación, por eso las mujeres mayores tienen mayor vulnerabilidad económica”, subrayó Noelia de Pablo.
En relación con el empleo, ellas tienen peor tasa de paro y más dificultades para encontrar un trabajo digno e igualitario. La brecha salarial se sitúa en el 9,4%. “A esto se une el gran número de mujeres que no trabajan ni buscan empleo por tener que ocuparse de los cuidados”, señaló De Pablo.
Además, buena parte de los empleos más precarios recaen en ellas. Dentro del sector del trabajo del hogar, apenas 39.852 personas figuran como cotizantes a la Seguridad Social. “Gran parte de las trabajadoras realizan su labor sin los derechos y la protección que deberían tener. Se trata de un sector altamente feminizado que además carece del reconocimiento social que merece y que sitúa con frecuencia a las trabajadoras en situaciones de precariedad laboral y desprotección social”, apuntó la responsable de los programas de Mujer, Trata y Prostitución de Cáritas Española.
La violencia causa un mayor impacto en personas pobres y en exclusión social
Asimismo, la violencia contra la mujer tiene un impacto mayor en personas en situación de pobreza y exclusión social. “En nuestro día a día, acompañamos a mujeres que se ven inmersas en distintas manifestaciones de violencia y en muchas ocasiones invisibilizadas. Esta invisibilidad no solo vulnera, excluye y estigmatiza a las que llegan a nuestros recursos, sino que también aumenta el riesgo de que sufran abusos, violencias y explotación”, expuso.
En el extremo de la exclusión social, se encuentran las que están en situación de sinhogarismo, cuyo número no hace más que aumentar. “Se trata de una situación de especial desprotección y vulnerabilidad, así como de una mayor estigmatización”, añadió De Pablo.
En teste contexto, más las múltiples desigualdades que sufren las mujeres en el ámbito internacional, Cáritas ha lanzado la iniciativa ´Ellas somos nosotras´. A través de la voz de nueve líderes en su sector y comprometidas públicamente con la igualdad de oportunidades, la propuesta pretende dar a conocer a la sociedad la situación de vulnerabilidad que sufren a las que Cáritas acompaña y cuyos derechos son vulnerados.
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