Hablamos sobre todo el proceso de la reducción de estómago: ¿Puede haber “efecto rebote”?

En la actualidad, cada vez son más frecuentes las intervenciones relacionadas con la obesidad, como la famosa reducción de estómago, una operación muy demandada en el siglo XXI. Sin embargo, es importante conocer el proceso entero, tanto antes como después de la intervención.

¿Qué es una reducción de estómago y qué tipos de cirugías existen?

La alimentación y la vida saludable son aspectos muy recomendados para la población, ya que un exceso de peso puede afectar a nuestra salud física. En la mayoría de los casos se suele recurrir a las dietas, pero muchas veces esto no es suficiente, por lo que aquí aparecen las intervenciones quirúrgicas, como la reducción de estómago.

Para quien no lo sepa, la reducción de estómago, al igual que otro tipo de intervenciones relacionadas con el peso, suelen estar indicadas para personas de entre 18 y 60 años con obesidad mórbida, lo que obliga a estos pacientes a operarse de urgencia para evitar consecuencias mayores.

Desde Sanitas nos ofrecen la información sobre dicho proceso: el cirujano divide con grapas el estómago en dos partes, dejando la parte superior para almacenar alimentos (capacidad de 28 gramos). Esa parte del estómago se conecta con el intestino delgado a través de la derivación. Esto hace que la absorción de calorías sea menor y que, por tanto, exista una sensación de “llenarse muy pronto”.

La reducción de estómago, o cirugía bariátrica, consta de varias técnicas y métodos, entre ellos:

• Banda gástrica ajustable. Se crea una especie de saco con la banda en la parte superior del estómago, lo que hace que almacene una pequeña cantidad de comida.
• Bypass gástrico. Se forma una pequeña bolsa estomacal en una parte del estómago y se deriva la comida para que vaya directamente al intestino delgado.
• Gastrectomía vertical en manga. Se extirpa la mayor parte del estómago y con lo que queda se forma un pequeño estómago en forma de tubo.

En la actualidad, se calcula que alrededor de seis mil personas se someten a este tipo de intervención solo en España.

Qué pasos seguir tras la intervención

Al igual que cualquier otro tipo de intervención, la reducción de estómago requiere un cuidado posterior para mantenerse en forma y evitar que esos kilos de más vuelvan a nuestro cuerpo. A pesar de que es muy complicado, los expertos recomiendan llevar un estilo de vida saludable y no ingerir comida en exceso.

A ello se le suman distintas recomendaciones:

• Ingerir líquidos y purés durante las dos o tres primeras semanas.
• Comer de manera pausada, empleando entre 20 y 30 minutos como mínimo en las comidas. También es importante masticar mucho los alimentos.
• Dejar de comer cuando haya sensación de saciedad.
• Hacer seis comidas, sin picar entre horas.
• Beber dos litros de agua al día a sorbos pequeños.
• No comer alimentos calóricos.
• Recurrir a alimentos ricos en nutrientes, como verduras, frutas, granos y proteínas.
• Tomar suplementos vitamínicos: B12 y vitamina D.
• Evitar alimentos molestos como la carne, el arroz o la pasta.

Aunque parezca algo complicado, la reducción de estómago es ya todo un clásico en las consultas, ya que ayuda a miles de personas a cumplir su sueño de llevar una vida sana y verse estéticamente mejor.