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Si preguntamos a los ciudadanos, está muy claro: tres de cada cuatro españoles opina que habría que "quitar" o "modificar" la reforma laboral que aprobó el Partido Popular en 2012. Según el barómetro de GAD3 para NIUS sólo un 10,8 % de los encuestados cree que habría que dejarla tal cual, frente a un 46,6 % que opina que habría que modificar algunos artículos y un 27,8 % que directamente contesta que habría que quitarla y sustituirla por otra ley.
Sorprende la propia contundencia en las respuestas de los votantes del PP: la mitad de ellos está de acuerdo en modificar algunos artículos frente a un 21% que cree que debería mantenerse. Los más firmes defensores de la reforma de 2012 son los votantes de Vox, uno de cada cuatro considera que habría que dejarla como está.
Los cambios que se quieren introducir en el mercado laboral son ahora mismo, junto con las pensiones, uno de los asuntos más complejos a los que se enfrenta el Gobierno.
¿Qué cambios introdujo la reforma laboral de 2012?
"El objetivo del Gobierno es facilitar la contratación, con especial atención a los jóvenes y a los parados de larga duración, potenciar los contratos indefinidos frente a los temporales y que el despido sea el último recurso de las empresas en crisis". Así presentó el Ejecutivo de Mariano Rajoy la reforma laboral de 2012, que además buscaba "acabar con la rigidez del mercado de trabajo" y "sentar las bases para crear empleo estable".
Entre otras, una de las medidas principales o más trascendentes de Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero que introdujo la reforma laboral de 2012, está la reducción de la indemnización por despido improcedente de 45 días por año de servicio con un límite máximo de 42 mensualidades, a 33 días por año de servicio y un límite de 24 mensualidades.
Esta medida pretendía aliviar la carga económica que para las empresas supone que un despido se declare improcedente, y así incentivar a la contratación indefinida de los trabajadores.
Otra de las medidas que también se diseñó para fomentar la contratación indefinida a costa de una menor indemnización de los trabajadores, fue la ampliación de las causas económicas que permitieran los despidos.
Así, se estableció que la disminución persistente de ingresos durante tres trimestres consecutivos sería motivo suficiente para recurrir al despido objetivo por causas económicas del trabajador.
También se suprime la necesidad de autorización administrativa previa para que las empresas puedan realizar despidos colectivos (ERE), mediante la modificación del apartado 1 del artículo 64 de la Ley 36/2011, de 10 de octubre.
Una gran parte de la reforma laboral se dirige a fomentar la contratación de jóvenes, parados de larga duración mayores de 45 años, mujeres y personas con discapacidad. Entre estas estaban las bonificaciones para las empresas.
Junto a esto se crea el contrato para la formación y el aprendizaje con el objetivo de reducir el desempleo juvenil. Un contrato de hasta 3 años que permitía compatibilizar la formación con el trabajo y estaban bonificadas en la cuota empresarial de la Seguridad Social en hasta el 100 %.
En varias ocasiones el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez ha planteado derogar la ley, o al menos partes de la ley
Así lo han anunciando algunos de sus ministros como Yolanda Díaz. Su última declaración al respecto fue en la clausura del congreso de CCOO en octubre de 2021: "Vamos a derogar la reforma laboral a pesar de todas las resistencias, que las hay y son muchas, compañeros". Además, se trata de una medida que venía recogida en el programa de Unidas Podemos.
Aún no está claro qué reforma laboral quiere llevar a cabo el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Sin embargo, lo que sí ha trascendido en alguna ocasión es que no se trata de eliminar por completo la reforma del 2012.
Yolanda Díaz, explicó que la reforma laboral se derogará en dos fases y no rechazó elevar el coste del despido. En una primera fase se atendería a los puntos que consideran son de urgencia como el que permite el despido por acumulación de bajas justificadas por enfermedad.
En la segunda se buscará proponer un marco legislativo diferente, según adelantó Díaz. Aquí entrarán elementos como la contratación, las modificaciones sustanciales, o la causalidad, entre otros.
La reforma laboral tiene que estar lista antes de que termine el año
En los últimos días parece que esa lucha interna por modificar la reforma laboral ha bajado de tono y la situación se ha reconducido en la recta final de las negociaciones. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha dado de plazo hasta fin de mes para que los agentes sociales lleguen a un acuerdo, de lo contrario el Ejecutivo legislará por su cuenta.
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