Lectura fácil
La operadora ferroviaria de Renfe mantiene su idea de invertir 60 millones de euros para instalar placas fotovoltaicas en la zona de Castilla y León. Su principal objetivo es alcanzar una potencia alta para el autoconsumo.
Una instalación de 46 plantas en distintas fases y potencias
Renfe contempla la idea de invertir alrededor de 60 millones de euros en la zona de Castilla y León para desplegar un número elevado de placas fotovoltaicas en una planta inmensa. El objetivo que tiene la operadora es generar parte de la energía eléctrica de tracción que se utiliza en los trenes de Alta Velocidad.
El proyecto abarca una potencia total de 93,2 megavatios para el autoconsumo. Según Ical, Renfe prevé instalar un total de 46 plantas en distintas fases, lo que supone una inversión de 233 millones y una potencia que alcanza los 390 MW. Por ello, la comunidad de Castilla y León aportará un cuarto de la energía fotovoltaica total.
En cuanto a la zona donde se instalarán, fuentes oficiales han recalcado su idea de hacerlo próximos a las vías de alta velocidad, así la operadora ferroviaria podrá generar energía a través de instalaciones de placas fotovoltaicas. Esta acción supone que los trabajos salgan a licitación.
Como hemos mencionado, Renfe pretende ser una figura independiente en cuanto a su propio consumo, que en este caso le permitirá hacer frente a las subidas tras sustituir el precio de compra por el coste de producción de la energía fotovoltaica, que estima un 50 % inferior al precio del mercado.
Renfe estima unos beneficios que alcanzan los 85 millones anuales
Gracias a la instalación de estas plantas, Renfe estima unos beneficios que alcanzarán los 40 y los 85 millones anuales, en función al precio de la energía de mercado. Además, gracias a este proyecto, mejorará la competitividad en este formato de transporte en comparación al avión o al coche. Esto supone una gran apuesta en el camino de la sostenibilidad y eficiencia energética.
A pesar de las iniciativas de la operadora, en la actualidad ya cuenta con la mayoría de los trenes de carácter eléctrico, por lo que toda la electricidad que consume procede de fuentes renovables certificadas en origen. Además, se trata del primer consumidor final de energía renovable en España.
Actualmente, el consumo energético de Renfe asciende al 93,6 %, siendo los trenes de Cercanías los que más consumen, seguidos de los de Alta Velocidad – Larga Distancia y los de Mercancías.
Por eso, gracias a esta iniciativa se sostiene un desarrollo junto a los grandes grupos europeos de ferrocarril, los cuales ya cuentan con empresas independientes para autoabastecerse de su propia energía.
El proyecto de las plantas fotovoltaicas cuenta ya con numerosas empresas y propietarias de plantas hidroeléctricas de distintos países, desde Austria hasta Suiza. Todo ello con un mismo objetivo: lograr el autoconsumo sostenible que muchas empresas ya gozan; esta vez en España, más concreto, en Castilla y León.
Añadir nuevo comentario