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La ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, ha recibido un sobre con una “navaja ensangrentada”, según confirmó la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra.
Durante un acto del PSOE por la diversidad en Ferraz, Lastra confirmó que Maroto, que concurre a las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid como candidata del PSOE y que será la vicepresidenta del gobierno regional si Ángel Gabilondo se convierte en presidente, ha recibido esa amenaza, que adelantó La Sexta, y sostuvo que “a todo delito de odio lo precede un discurso de odio”.
“Me acaban de hacer llegar que Reyes Maroto acaba de recibir una navaja ensangrentada como amenaza”, manifestó Lastra, que advirtió al “fascismo que no vais a pasar” porque “los demócratas somos más y los vamos a parar en las urnas”.
La amenaza postal es la cuarta que reciben distintos representantes políticos
Esta amenaza a Reyes Maroto se suma a las cartas dirigidas en sobres que contenían balas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y el exvicepresidente y candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Todos los episodios están siendo investigados por la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Maroto, militante del PSOE de Madrid, se ha implicado de forma muy activa en la campaña de Ángel Gabilondo, hasta el punto de que se ha comprometido a ser su vicepresidenta económica en el caso de que el candidato socialista sea elegido presidente de la Comunidad de Madrid a después de las elecciones de Madrid que se celebrarán el 4 de mayo.
Según confirman fuentes del Ministerio de Industria, donde se ha recibido la amenaza, en el sobre se incluía también un CD para evitar que la navaja apareciera en el escáner. Además, el arma iba acompañado de "un montón de folios grapados con copias ampliadas de mensajes de WhatsApp y Twitter". También un folio manuscrito con palabras sueltas que el Ministerio no ha detallado aún.
Ya está bien de amenazas
Es inadmisible que esto se produzca en una democracia y muy preocupante el discurso del odio y la violencia que algunos han instalado en nuestra sociedad.
El rechazo social a quienes extienden el odio y no respetan los resultados democráticos tiene que ser total. No hay más que decir, estos son hechos condenables que no debemos compartir de ninguna manera, tengamos la ideología que tengamos son absolutamente repudiables y eso no cabe en nuestro estado de derecho.
En democracia solo debería haber adversarios políticos, nunca enemigos.
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