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Crece la tensión política durante la campaña para las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid del 4-M. Dos de los partidos de izquierda que compiten no acudirán a otros debates con el partido de extrema derecha Vox, después de un altercado en la cadena SER. Una carta con amenazas dirigida al candidato Pablo Iglesias es el origen de la disputa.
Del 'socialismo o libertad' al 'fascismo o democracia'
El debate electoral frustrado en la Cadena SER ha empañado el protagonismo de la presidenta madrileña y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, en una campaña electoral cada vez más polarizada. El encontronazo entre el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y la candidata de Vox, Rocío Monasterio, ha provocado que la alternativa pase a situarse en el 'Fascismo o democracia' de los partidos de izquierdas y no tanto en el 'Socialismo o libertad' de Ayuso.
Tras la negativa de Monasterio a retirar sus dudas sobre las cartas amenazantes recibidas por el exvicepresidente, la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, la campaña electoral ha pasado de estar centrada en la gestión de la pandemia a concentrar sus energías en cuestiones ideológicas.
El cambio de dinámica ha provocado que el PSOE hable en campaña sobre el discurso del odio de Vox, que dicen, recuerda a "otros fascismos y a otro tiempo que este Estado de derecho recuperó y derrotó".
María Gámez, ha señalado que lo que se necesitan son "palabras y no balas", y ha recordado a la derecha que el significado de la palabra libertad "no es hacer lo que a cada uno le convenga, sino no tener miedo".
Por su parte, el candidato socialista, Ángel Gabilondo, ha admitido que la campaña electoral ha tomado un "nuevo rumbo" que va contra "el fascismo", y ha recalcado que el próximo 4-M lo que se decide en las urnas es la "democracia frente a la ultraderecha".
Por otro lado, la candidata de Más Madrid, Mónica García, ha censurado la "equidistancia" de Ayuso ante la "mezquinidad" del discurso de Vox, algo que ha definido de "aberrante". "¿En qué se parece la libertad a las balas, al odio y a la mezquindad?", ha preguntado García, quien ha reclamado a la candidata popular "que deje de esconder la cabeza como un avestruz" y "que tenga el coraje de admitir si sigue aspirando a gobernar con los que amenazan la convivencia de los madrileños".
Además, Iglesias, en un acto con la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, se ha mostrado convencido de que el episodio que protagonizó en la SER supuso “el clic” para que “cientos de miles de personas vieran las orejas al lobo", dijeran “hasta aquí” y “señalasen y plantasen cara al fascismo”.
"Lo que hacen los de Vox cuando me llaman 'coleta rata' es la deshumanización del enemigo para que en cualquier momento me puedan dar un tiro en la cabeza", ha apostillado.
Lo que pasa en Madrid, no se queda en Madrid
Gabilondo ha insistido en que estas elecciones "no solo van de Madrid, van de democracia" porque ante amenazas de muerte "no vale la equidistancia".
Tras un año de pandemia, las elecciones del 4 de mayo son un auténtico termómetro para tomar la temperatura a la situación política en España.
Y termómetro también para los liderazgos nacionales. Con Casado perseguido por la larga sombra de Ayuso, con Pedro Sánchez de protagonista en la campaña de Gabilondo, y con el test a Pablo Iglesias que dejó la vicepresidencia del Gobierno para rescatar a su partido en estas autonómicas.
Ya ves, son unas elecciones en Madrid pero que de su resultado dependen muchas otras cosas que salen del ámbito puramente madrileño.
Mientras, el PP intenta esquivar la polémica y admite no estar preocupado y no tener en mente un cambio de estrategia
Mientras, el PP intenta esquivar la polémica que ha provocado el choque entre Podemos y Vox con el objetivo de no dar munición a la izquierda en lo que enmarcan en una estrategia "polarizada" de campaña para movilizar al máximo a su electorado ante los comicios del 4-M.
Desde Génova aseguran que el PP va a seguir con su agenda y con su estrategia de campaña, que hasta ahora está "yendo muy bien" como, a su entender, recogen todas las encuestas. "A nosotros no nos van a marcar la agenda", ha señalado a Europa Press un miembro del comité de dirección del partido.
El diagnóstico es similar en el entorno de Ayuso, donde aseguran que aunque PSOE y Unidas Podemos busquen el enfrentamiento para movilizar a su electorado, para el PP "no cambia nada" y seguirá a lo suyo. Es más, sostienen que queda "mucha campaña" y que la candidata popular "tira mucho".
Al otro lado del espectro político, Vox ha criticado la actitud de Pablo Iglesias
Santiago Abascal, ha señalado que el candidato de Podemos no es más que el "puñetero niño consentido de la política española". "Uno no se puede creer que está en la batalla de Stalingrado y luego comportarse como un comediante y un llorón", ha añadido.
Rocío Monasterio, por su parte, ha acusado a Iglesias de irse del debate de la cadena SER como "un cordero degollado" porque no está acostumbrado a que "una mujer le mire a los ojos y le diga cuatro cosas, pero se va a tener que acostumbrar".
Y es que por mucho que evolucione la política, sigue habiendo una asignatura pendiente en nuestro país: Hacer política
Así las cosas, la política en España sigue su tónica general, como si de un patio de colegio se tratase. De todos es sabido que la política española no se caracteriza por largos debates argumentados con contenido. Es verdad que nos hemos acostumbrado a que los debates sobre el estado de la nación se compongan de frases célebres como “Váyase Señor González” de Aznar, aquel “Manda huevos” de Trillo y o los ya conocidos “y tú más” que son el argumento de Oro de la dialéctica en la política Española. Pero es que, la situación está tocando fondo.
Este ambiente político tan siniestro les renta electoralmente a algunos partidos. ¿A dónde nos quieren llevar algunos políticos? ¿Por qué piensan que no vamos a premiar el respeto y el reconocimiento al rival aunque sea por equivocación? Todo el mundo es capaz de hacer algo bien. Rocío Monasterio, España no es tuya, es de todos. Queremos escuchar todas las voces de la política y sus propuestas.
Es posible hablar de política sin acalorarse, sin perder las formas ni herir los sentimientos de nadie y, sobre todo, sin acabar con el ego magullado-.Es posible, pero no es fácil, y menos en campaña electoral. Hay muchas emociones en juego estos días, mucha polarización política, que se traslada a los ciudadanos, y demasiadas tertulias y debates crispados, que no enseñan nada bueno. Pero se puede hablar de política sin discutir. Tomen nota.
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